Capítulo 52: Alix.

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- Una ¿Charla? - dije confundida.

- Si, hay cosas que son confusas ahora mismo, pero por lo menos me gustaría que algo quedara claro. No quiero que confundas mis intereses o intenciones, quiero que sepas lo que me pasa contigo de forma correcta.

Seguramente dirá sobre Nora... Me empiezo a sentir como si me hubieran rechazado y no me he declarado.

- Lo que hago, es por qué siento que no importa cuántas veces sea nuestro primer encuentro, yo siempre te voy a elegir a tí y no por lo que hayas sido en el pasado, sino por qué en todos los tiempos que hayan sido, están y habrán. Siempre serás la chica por la que caeré.

Esperaba algo totalmente diferente, esa declaración me dejó sin palabras, jamás se me habían declarado de esa manera.

¿Ésto puede considerarse una declaración?

No dijo nada y yo tampoco.

Miré fijamente el vaso con agua que se había servido.

- Alix... Mírame - dijo rompiendo el silencio suavemente - ¿Comprendes lo que trato de transmitirte? Normalmente dejo que me evites pero ésto es importante para mí.

- Si, lo entiendo. - dije Casi en susurros.

- Habrá cosas que deberás elegir y aunque no te pediré que yo sea una de ellas, seré honesto en que realmente seré feliz si soy de los elegidos para quedarme para siempre en tú vida.

Habla con delicadeza, eligió sus palabras solo para no hacerme sentir incómoda.

Ésto es un sentimiento extraño... Me gusta.

- Lo tendré en mi lista de prioridades. - dije con una sonrisa agradecida.

- Una última cosa, - dijo sonriendo lobunamente - Llámame Patch, aunque mi apellido suena genial en tus labios. Quiero saber cómo suena Patch.

" Quiero saber cuál de los 2 me gusta más " dijo en mi mente.

" No te pases de la raya " reí en voz alta.

- Jev - dije riendo aún. Me gusta jugar aveces un poco.

- De acuerdo... Ese también me gusta mucho. - dijo riendo Cipri... Jev.

Poco a poco.

- Creo que ya es hora. - dijo hechando un vistazo a su celular.

- ¿De? - pregunté.

- Te lo dije antes, tienes que entrenar.

Es verdad. Me la estaba pasando tan bien que lo había olvidado.

Salimos de la sala, y entramos al sótano, este era espacioso, de color café, con unos sillones que habían sido recorridos a las paredes para dejar aún más espacio.

- Bien, vamos a enseñarte a diferenciar lo real y las ilusiones. Claro que me gustaría que al tener esta información no veas más allá de la visión de Vee. - dijo serio - esto es solo para que no te dejes engañar en el caso extremo de que el plan salga mal.

Asentí con la cabeza.

- Empezaremos haciendo que tengas una visión, tienes que imaginarte que la mente de tu agresor es algo que puedes destruir con cualquier cosa, ésto no lo dañara pero si desequilibrará a tú oponente y te dejara en la realidad. Ahora se te hará más fácil.

Imaginar algo que pueda destruir...

Realmente espero que eso funcione.

- Por otro lado, - continúo Jev. - es mucho más sencillo si bloqueas tu mente y aprendes a dejar pasar a cierto objetivo.

Se escuchó un rechinido de la puerta y salieron a la vista los demás, junto con un chico de piel lechosa con ojos claros miel.

- Es un gusto al fin conocerte, lastimosamente en estás circunstancias. - dijo el chico estrechando mi mano. - Mi nombre es Robin.

- Es un placer. - respondí.

Este chico me miró de pies a cabeza, como si algo de mi persona le molestara.

- Comenzaremos practicando dejar entrar a un objetivo. - dijo Jev.

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