Capítulo 64: Patch.

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Alix saca de debajo de la falda que trae un cuchillo.

¿Cómo pudo esconderlo ahí?

Se acerca corriendo al sujeto tomando con las 2 manos el cuchillo y rápidamente le traspasa el muslo izquierdo, justo en la arteria. Murmura algo para el sujeto, no oigo que es.

Se ve increíblemente molesta, no puedo acercarme.

No es Alix, no sé quien es quien está peleando.

Pronto pasa al lado del sujeto y le corta el cuello, el tipo está desangrándose.

- Ésto es por mí. - dijo Alix.

Hizo una x en la espalda del sujeto.

- Ésto es por el padre de ella. - dijo Alix otra vez.

Al final se pone delante de él y lo apuñala una última vez. Se acercó a su oído y dijo algo.

El sujeto cae muerto y cubierto de su propia sangre. Con los ojos vacíos.

Corro por fin a Alix. No esa no es Alix.

Mas de cerca puedo ver que esos ojos que vi a lo lejos no eran azules son más grisáceos. Agacha la cabeza y mira el cadáver.

- Alix... - digo sin saber muy bien si es ella.

- Patch... - dice una voz conocida, tan conocida como mi propio ser.

- Nora. - digo y la sujeto en mis brazos con toda la fuerza que poseí. - ¿Qué sucedió?

- Ella... Estaba tan mal que dejó su cuerpo vacío, probablemente por eso estoy aquí. - dijo mirando sus manos. - Bueno, como sea. Debo hablar contigo. No tengo mucho tiempo.

Nos alejamos de la mirada de aquel cadáver perturbador.

- Patch, debo hacer 1 pregunta. ¿Sabias que soy, fui, - se corrigió. - la reencarnación de la anterior chica de la que habías enamorado cierto?

- No negaré que lo supe tiempo después a que ganáramos la guerra. - Contesté.

- Bien, eso era algo que quería asegurarme, y... - la interrumpí.

- ¿Cómo te enteraste? - pregunté yo.

- Cuando mueres te enteras de toda clase de cosas. - dijo como si fuera una broma. - Eso es una cosa que debes decirle a Alix más tarde. Ahora... Tal vez no cambie mucho que lo diga ahora, pero... Cuando morí... - se detuvo y sus ojos se obscurecieron. - Yo estaba...

Abrí los ojos como platos, creo que ya sé a qué quiere llegar, lo sabía, muy en el fondo yo sabia que ella estaba embarazada. El que estuviera tan hogareña por esos días, el que mirara por el rabillo del ojo cosas para bebés cuando creía que no la miraba. Que se molestara o excitara por cualquier cosa...

- Lo sé. - dije para evitarle la pena de decirlo. Perdimos tanto con su muerte. - Está bien.

- Patch, yo jamás te habría dejado, te amo. Y te amaré para siempre, no importa cuantas vidas encuentre. - dijo con los ojos llenos de lágrimas. - Yo quisiera pasar más tiempo contigo, mucho, mucho más tiempo.

- Yo también, nunca podré borrarte Ángel. - dije tomando de sus manos. - Tú siempre serás mía y yo...

Nora puso un dedo sobre mis labios callándome. Negó con la cabeza.

- No sigas, lo sé. - dijo con una sonrisa y con las lágrimas aun cayendo por el rostro de Alix. - Pero debes continuar, te he estado observando, sé que también estas teniendo pensamientos incorrectos ahora. No voy a quedarme. Y tú tampoco vas a dejar a mí yo de ahora con otro.

Ella lo sabía, pienso tantas cosas que...

Tomo mi cabeza entre mis manos, siento una desesperación que no había sentido desde que mataron a Nora. No quiero volver a perderla pero...

- Escucha, solo volví para decirte cuanto te amo, y por eso mismo quiero que continúes con tú vida, ahora es más difícil pero, siempre has podido hacer de todo, podrás continuar cuidando de mí, de Alix, y ser feliz. Debes continuar.

- Entiendo... - dije simplemente, tomé una respiración profunda y abracé a Nora por última vez. Me sentí agradecido de por lo menos haber tenido la oportunidad de despedirme.

- Adiós mi ángel guardián. - dijo Nora.

- Adiós, ángel.

Ella cerró los ojos.

Pasaron unos minutos, de pronto abrió los ojos, pero eran los ojos de Nora.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- Alix no me responde, no va a volver.

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