K.Kanguh.

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—A decir verdad nunca había invitado a alguien a casa. Por alguna extraña razón siento cómo si nos conociéramos de toda la vida.

—¿Es extraño si me pasa lo mismo?

—Sería incómodo si no.

La menor se ríe.

—Eso creo -silencio- ¿SeulGi crees en las vidas pasadas?

—A veces.

—Yo creo que te he conocido en una de ellas.

Se quedaron de nuevo en silencio. Habían intentado cenar ramen caliente pero al final terminaron en medio de la oscuridad en el cuarto de la mayor. Habían encontrado una forma cómoda de estar, es cómo si al final perteneciesen a ese lugar. Sin más rodeos ni tramas de por medio ellas se lograban comunicar sin cohibirse cómo con el resto y se sentía aún más especial.

—Wendy. ¿Por qué nunca me mandaste una foto tuya?

—¿No es obvio?

—No para mí.

—No tengo un físico ni cercano a decente. Incluso el hermano de la amiga con la que ahora me quedo de la pasa haciendo comentarios sobre eso.

—No es verdad, él miente entonces -enfadada- Son, eres muy bonita. Mucho.

—No mientas

—Te digo la verdad. Entonces... ¿Por qué has venido a Corea?

—Es una historia larga.

—Y la noche también.

Se quedaron calladas. De cierta manera el tema se había puesto un tanto tenso. La mayor se sintió estúpida al instante, no había querido arruinar nada.

—Lamento haber preguntado.

Calladas. El cielo estaba despejado y aún así la contaminación lumínica no dejaba apreciar con claridad las estrellas en medio de la noche. Kang sentía que sucedía lo mismo con Wendy.

—Mamá necesitaba tiempo para solucionar un problema con su más reciente ex-novio. Al parecer se metió con un ebrio de mierda -pausa- Él fue a casa durante semanas y la última vez lanzó una piedra a la ventana de mi habitación y yo estaba dentro -tomó la mano de la mayor- Esta cicatriz quedó ese día -con el tacto de SeulGi en su cuello-. Ella me pidió que viniera aquí y le hice caso. Esperaba encontrarme con Yeri pero ella no parece muy cómoda conmigo y odio la compañía de su hermano. Es un idiota.

—Me siento enfadada -comentó la más alta- No quiero imaginar el daño. Eres una muy bonita persona, física como sentimentalmente.

—No nos conocemos mucho.

—Tal vez sí. ¿Por qué conocerse en poco tiempo sería malo?

—Los mayores lo ven así.

—No somos tan mayores.

Wendy se acomodó más cerca. Se sentía bien, bastante. La asustaba.

— Kanguh. ¿Qué pasó con tus padres? Esa noche no acabamos bien el tema.

—Oh, ellos -silencio- Al parecer mi padre se fue a América cuando su novia lo dejó, es decir, mi madre. Desde entonces se desconectó del mundo, él la amaba de verdad. Eso quiero creer. En fin que ella no se había cuidado la última vez que lo hicieron y cómo no quería la responsabilidad me dejó con mis abuelos.

—Ya veo -tensa- Lo siento.

—No. En realidad. A veces me gustaría molestarme. Pero supongo que mi madre era muy inmadura. ¿No hubiese sido peor quedarme con ella? -lágrima- Mis abuelos siempre me dieron lo que pudieron. Sobre todo el abuelo -había sentido cálido el pecho confesando eso-.

—Mamá y papá se separaron cuando yo era muy pequeña. La gente se burlaba de mí por mi peso y mis hermanastras no me trataban bien. Me encerraban en el baño y a veces la ausencia de mi padre y el desprecio de mi madrastra me costaban días dentro de la casa del árbol que él construyó en su patio para ellas. Creo que el único que nunca hizo nada fue mi hermanastro. Nunca hablaba. En ese entonces me sentía como una cenicienta. Pero yo no era linda, no era rubia y con lo ojos grandes y azules. Era y soy una chica normal sin esperanzas de ser rescatada.

Silencio. ¿Qué eran todas esas confesiones de media noche prematuras? ¿Por qué dolía tanto cómo se sentía alivio? No lo sabían.

—Eres la chica normal más linda que he visto.

—¿Te parece? -sintió cómo tomaba su mano-.

—Ujum -mientras apretaba- No habría otra cosa que pudiera pensar ahora.

Wendy sonrió. Su teléfono sonó y tuvo que contestar cuando se dió cuenta de qué quién le marcaba era su pequeña amiga.

Unnie ¿Dónde estás?

Yeri-Ah. Estoy en casa de una amiga.

—¿Uh? ¿Amiga? Pensé que no conocías a nadie más.

Bueno. La conocía por la red. Es seguro. Igual dentro de un rato regreso -SeulGi se quedó un poco triste en su lugar mientras la menor se levantaba- No te preocupes.

—Por favor date prisa unnie.

Sí, debo colgar.

Miró una vez más la silueta de SeulGi en la oscuridad.

—Seul, debo irme.

—No lo hagas -dijo impulsivamente pero no se arrepintió después- Quédate esta noche.

—No quiero incomodar.

—No lo haces.

—Pero...

—Por favor -enciende la luz de su lámpara de mesa- No te vayas.

Las mejillas rosadas y el cabello desacomodado le provocó escalofríos. Se sintió terriblemente limitada a lo que decía. ¿Por qué se sentía de esa manera? Wendy ni siquiera se había mostrado interesada por un chico antes, pero los ojos suplicantes de la chica le habían provocado cosquillas en el estómago.

SeulGi se levantó y la tomó del brazo atrayéndola a su cama. Pensó que si Wendy se marchaba la soledad la abarcaría de nuevo y se sentía tan bien que no quería que dejara de ser así. Wendy se recostó de nuevo y ella a su lado. Pasó un rato y ellas quedaron en silencio. La menor tomó su teléfono y tecleó. Lo bloqueó lentamente y lo dejó sobre el pequeño mueble. Apagó la lámpara y de nuevo quedaron en ese confortable ambiente íntimo

—Gracias -dijo SeulGi-.

—Me gusta estar aquí, lo acabo de descubrir.

—¿Podría hacer algo para que te quede más claro?

—Tengo que pensarlo.

Y así pasaron los minutos sobre ellas. Era verdad. Un paso veloz que no se habría dado con cualquiera. ¿Era malo que fueran diferentes? Probablemente ni siquiera era extraño. Se habían estado conociendo por internet durante meses, estaban conscientes de los gustos de cada una y felices de que se habían encontrado. Lo único que les haría falta entonces era conocerse físicamente, y lo hicieron, no del todo, pero también habían encontrado confianza y sinceridad en la otra.

—Kanguh.

—¿Qué sucede?

—Quiero abrazarte. ¿Puedo?

—Puedes.

Y el simple tacto las había hecho sentir tan llenas que podrían despejarse del resto.

💛⛄💛⛄💛⛄💛⛄💛⛄💛⛄💛⛄💛⛄

Aventó su teléfono contra la pared en medio de un alarido.

"Yeri-ah, no llegaré. No me esperes. Vuelvo mañana 💙"

Estaba llorando. ¿Por qué? ¿Por qué ni siquiera ella podía mirarla? ¿Que había de malo en ella? ¿Desde cuándo había caído enamorada de su mayor?

🍇🍇🍇

AreMF. 🖤
A qué no se lo esperaban xd
¡Por fin un hermoso SeulDy! xd  c':
Love you so much 🧀



Yeah, You. (SeulDy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora