Yeah, You. (SeulDy)

O. Only one.

-¿Venir al centro comercial ha sido buena idea? Es decir, mira este lugar, está lleno de gente pretenciosa con dinero para despilfarrar en cosas inútiles.

-Creo que a ti te gusta despilfarrar.

-¡Claro que no! Yo sólo compro lo necesario, cosas que no tengo todavía.

-Wendy, sé que no despilfarras tu dinero en cosas comunes cómo éstas personas... ¿Pero para qué quieres tantas figuritas?

-¡Son de colección! -mira a su alrededor y baja la voz-, SeulGi, esto no es cualquier cosa. Es un arte seguido por muchos y productos dedicados para su apreciación.

-Bonita descripción, pero tú no eres ni siquiera fan de la mitad de superhéroes de las figuras que acabas de comprar -poniendo una expresión divertida-.

-Son muy bonitos -puchero-.

-Tengo hambre -cambia abruptamente de tema-, vayamos a comer -sonríe-.

-Siempre podemos comer en casa.

-Pero yo quiero comer pizza.

-Podemos pedir pizza a domicilio.

-No es lo mismo.

-No quiero comer aquí Kanguh -puchero-, la gente me mira.

-¿Te mira? -ríe-.

-Hablo en serio -desanimada-, desde que llegué a Corea lo noté. No es cómo allá dónde la gente no le importa mucho si eres o no un adefesio y sólo te lo recuerdan si les desagrada por tu personalidad.

-No hagas caso a eso pequeña -la deja avanzar dos pasos para después abrazarla-. Ellos siempre van a hablar, lo mismo dicen de mí cuándo me ven comer. Es cómo si creyeran que después vomitaré todo. La gente no puede evitar ser así porque es idiota. Y yo quiero pasar tiempo contigo.

-Oh SeulGi. Por favor hágamoslo. Quedémonos en casa. Házlo por mí.

-Lo hago por ti Wendy. Seamos un poco más valientes hoy. Es sólo comida.

La menor pareció dudarlo un poco, no quería sentirse mal, siempre que comía frente alguien lo hacía y cuando lo hacía con SeulGi a solas, en su apartamento, no había ninguno de esos sentimientos negativos que tenía. La mayor tomó su mano y comenzaron a caminar a un local dónde vendían pizza. Wendy sabía que SeulGi comía mucho, por lo tanto no le sorprendió cuando pidió dos pizzas personales para ella. Comieron y poco a poco el miedo desapareció, si es que había alguien ahí observándola con desprecio habría sido triunfalmente ignorado por ambas, porque se divertían cuando Wendy hacía caras raras para hacer sonreír a su... ¿amiga?

-¿Qué sucede? -dijo cuándo notó la expresión llena de seriedad de su acompañante--.

-No es nada -mintió-.

-Cuando me dices que no es nada es porque lo es todo. Porfavor dime -bocado-.

-No somos amigas. Tampoco novias. No lo había pensado y quisiera saber cómo te sientes al respecto. Olvidé preguntarte ese día.

-¿Qué quieres que seamos?

-Yo contigo ya lo soy todo -haciendo sonrojar a la otra-.

-Entonces seamos todo. Amigas, compañeras, novias...

¿Qué sentían en esos momentos? Sería difícil de explicar. Sentían tantas cosas que no sentían nada. Era una combinación extraña de dolor placentero en el estómago y no podían evitar sonreír.

-Quiero ser un superhéroe -respondió la otra a modo de broma-.

-Yah~ -se queja-. Por eso nunca vamos a tener una película de romance.