Comprendía que el Lobo estaba a punto de saltarle a la yugular y no de una manera buena o medida, ni siquiera lujuriosa, sino más bien completa y absolutamente letal. Dezz quería creer que Matt se controlaría al momento, además veía como se tambaleaba notablemente, ni siquiera podía permanecer en pie, pero estaba por demás molesto.
La idea era dejarlos al cuidado de Gerard he ir a hablar con Max, pero al parecer algo no iba a salir del todo bien, ya que después de advertirle a Matt que dejara de fastidiarla alguien entró en la habitación dispuesto a desmembrar al Lobo.
Dezz llegó a tiempo de agarrar a Gerard e impulsarlo lejos antes de que lastimara a Matt, que ni siquiera se había enterado que había entrado un Vampiro en la escena, él quería por todos los medios atacarla.
― Matthew compórtate ―le advirtió.
El gruñido de Gerard traspasó la advertencia, y ella lo empujó un poco más. El joven a sus pies volvió a gemir buscando aire, y por suerte entró Michael, quien después de mirarla por unos segundos, la ayudó a sacar a humano de en medio mientras Adam retenía a Gerard para que no se tirase sobre Matt.
Dezz descubrió que su plan había salido terriblemente mal, pero por lo menos aún no se habían atacado mutuamente. A paso lento sin alterar al Lobo se acercó a él, escuchando como Gerard le gruñía.
― Prometo no volver a hacerlo... ya acabó, puedes quedarte tranquilo.
Pensó que Matt no lo haría, pero éste se desplomó en el suelo no sin mostrarle sus dientes por última vez.
El Ángel salió de la cocina y se dirigió al sillón donde estaba Michael cuidado a su humano.
― ¿Qué se supone que es todo esto? ―le preguntó a Mike. Si bien no entendía su propia pregunta no hubo necesidad de que se la explicase.
― Eres su guardián ―dijo Max apareciendo de la oscuridad ―, por eso no puedes alejarte de él.
Dezz lo miró como si fuera una broma, pero el Profeta no sonrió, ni siquiera hizo una maldita mueca, estaba claro que no quería tomarle el pelo, y no sabía si eso la ponía contenta, o la sulfuraba mucho más. Había creído que hacía caridad al sacar al humano de allí, pero jamás había pensando que se lo quedaría...
― No, no, yo no puedo ser guardián de nadie ―contradijo haciéndose para atrás.
― Es la mejor manera para que un Ángel esté en la tierra sin ser visto. Claro que no eres un guardián común, eres como Michael, no naciste para ser un guardián por lo que no tienes las cualidades de uno.
― ¿Por qué demonios soy eso?
― Porque si no lo fueras, tendrías que estar donde todos los Serafines residen.
Dezz se quedó estática allí, escuchando como Maximiliam la insultaba abiertamente.
― Púdrete maldito idiota ―escupió mordaz ante la atenta mirada de Michael quien parecía observarla como si viera a un fantasma ―, no voy a ser el guardián de nadie.
― Ya lo eres, es el por qué fuiste con él cuando te necesitó, y también por qué no pudiste dejarlo atrás.
― ¿Por qué tengo que ser yo?
― Ya lo dije, no me obligues a repetirlo.
― ¿Por qué demonios me miras así? ―preguntó fastidiada a Mike quien parecía no poder perder el interés.
― No eres Nathalie...
― Que observador eres Ángel ―se burló ―. No, no soy Nathalie, soy Dezz y más te vale que no me confundas, ya suficiente tengo con tener que salvar a la maldita que ni siquiera pudo hacer dos cosas bien...
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Saga Ángel Oscuro II. La Dama de Blanco
RomanceAclaración, modo de leer la Saga: Ángel Oscuro I. La Sangre del Culpable. Ángel Oscuro II. La Dama de Blanco. _________________________________________________ La Dama de Blanco, es la segunda entrega de la Saga Ángel Oscuro. Será todo un desafío de...