Capitulo 16: Plumas Negras

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Tres días se podían traducir como una larga eternidad, una penosa existencia de pesar y tormento.

Aún no entendía cómo demonios sobreviviría sin ella, y lo que más lo sacaba de quicio era el ni siquiera poder encontrarla... No podía llegar a Lena, algo se lo impedía y dios que se vengaría por todo lo que él estaba sufriendo.

Se sentía frío, demasiado frío, era una sensación extraña, algo que no se podría quitar por más abrigos que se pusiera. La impotencia le pinchaba la piel como una caricia lacerante que llevaba su exasperación un paso más adelante.

Para aumentar su malestar cotidiano, el día había amanecido frío y lluvioso, nada que su hermosa Ninfa pudiera soportar sin sufrir una eternidad cuando estaba lejos de él.

Quería maldecir a los mil demonios y a todos. Cuando Dezz había desaparecido su hermano armó tal escándalo que sin más alternativas lo había ayudado a llegar a ella, Lena aún seguía muy celosa, no importaba que hubiese estado todo el condenado día repitiendo que no sentía nada por el Ángel y que lo había hecho porque era el único Oscuro cerca de ellos.

Para cuando logró localizarla, sin saberlo Lena los siguió, la Ninfa era demasiado obstinada y aunque habían momentos en los que amaba sus pequeños o grandes planteos, había sido algo irresponsable de su parte, pero ya nada podía hacer por ello.

Se había marchado de la casa de Dezz después de dejar a su hermano para cuidarla, ciertamente no toleraba estar con otros, arreglaría la estrategia y exigiría a Argos que le dijese lo que sabía, pero eso no implicaba que se quedase quiero duramente todo un día a la espera de que la maldita Ángel se recuperase. No se tiraría en su departamento a llorar por Lena. Francamente estaba demasiado desesperado pero era más que eso, su Ninfa era la única que lograba encarcelar a la bestia que existía en él, sin ella no había un freno que lo parase a la hora de actuar, sin su dulzura Mike era lo que era, y nadie estaría a salvo de tal temperamento.

Arrasó el primer bar, Infierno, no había encontrado nada de Dana y mucho menos de Uriel, ni siquiera parecían saber que existieran y Mike detestó perder el tiempo. Por supuesto que sabía que los Demonios le habían dicho la verdad, nadie se atrevería a mentirle, no a él, había cierto código que él mantenía con ellos, todos le temían, no importaba quién fuera o qué tan fuerte pudiera llegar a ser, sabía que Lucy sería capas de masacrar lentamente a cualquiera de los Demonios que osaran siquiera posar una mano sobre él. Y no por sentir cariño, sino por ser ella quien exigiese tal privilegio, sabía que su hermana guardaba mucho rencor, pero donde antes había existido la culpa por eso, hoy no existía absolutamente nada.

Hacía unas horas había perdido a Lena y ahora no era capaz de expresar la culpa que siempre sintió, las cosas terminarían demasiado mal si no la encontraba en las próximas horas, porque no sobreviviría tres días sin ella.

Sintió un súbito terror tensar todos los músculos de su cuerpo, ya se había acostumbrando que era difícil para un Oscuro sentir demasiado, siendo un Ángel aquello sería una prueba, pero para un Oscuro no existía ese tipo de mierdas, y si bien era difícil no dejarse llevar por los sentimientos frívolos y sádicos, con su vasta experiencia en intentar controlar sus odiosos hábitos, había sobrevivido lo suficiente para entender que Lena lo había ayudado bastante, como Ninfa era una de sus cualidades natas, aunque ella tenía un efecto diferente que nada tenía que ver con sus poderes.

Suspiró e hizo la cuenta de a donde iría cuando se hiciese de noche. Sabía que Uriel no se acercaría a bares como Orión, y mucho menos Amanecer, por lo que siguió al próximo en la lista mental de su cabeza, si lo que Dezz había dicho antes de caer rendida era cierto, ella había ido a aquel lugar por mandato de alguien que no recordaba, se había levantado con la clara necesidad de hablar con Max y éste le había indicado dónde tenía que ir, si no era una trampa, entonces significaba que uno de los bastardos frecuentaba ese lugar, por lo tanto alguien tenía que conocerlos.

Saga Ángel Oscuro II. La Dama de BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora