All mine.

1.

Antes de todo lo sucedido, mi vida era el sueño de todos. Dinero, trabajo, fama, éxito.
Yo salvaba vidas, era lo que prácticamente llaman Dios.

Por un descuido, todo fue arrebatado de mis manos, literalmente.

Sufrí un accidente automovilístico, dejando severas lesiones en mi elemento de trabajo más preciado.

Mis manos.

Todo cayó a pedazos frente a mis ojos, perdí mi razón de vivir. La impotencia se apoderó de mi. Intenté con miles de opciones, miles de tratamientos pero ninguno podía recuperar lo ya perdido.

Tuve que resignarme a ser un humano más.

Busqué trabajos pero la condición de mis manos limitaba totalmente mis opciones. -Nadie querría un tipo de manos temblorosas como empleado, no?-. El espejo sólo me demostraba la verdad; lo inútil que me había vuelto.

Era otra noche aburrida, ya me estaba acostumbrando a estas. Prendí la television para matar el tiempo. -Tony Stark ¿Solo otra vez?- El llamativo titular se ubicaba en todos los noticieros locales. Rodé los ojos, al parecer el filántropo multimillonario era un desastre en las relaciones de largo plazo. -No me puede importar menos.- Apagué la televisión e intenté dormir.

Al cerrar mis ojos solo veía aquel accidente. El insomnio y el miedo comenzaban a invadirme de nuevo.

De verdad necesitaba un trabajo y la televisión me hizo tener una (no tan buena) idea, aún me quedaba un último recurso en el cuál buscar.

Las Empresas Stark.

No todo estaba perdido. Me rasuré, busqué uno de mis mejores trajes y me lo coloqué.

Hoy era mi última oportunidad.