All mine.

13.

Comencé a temblar al ver a Tony con esa mirada furiosa. Palidecí enseguida.—Creo que no me oíste bien. ¡¿Qué mierda haces?!- No me salían las palabras, Tony jamás había reaccionado así, esta situación me estaba carcomiendo. -Debí imaginar que eras "eso"- Refregaba ansiosamente sus manos en su cara. Nuevamente no me salía la voz. ¿No recordaba todas las veces que lo hicimos? -Vete de aquí- Apuntó hacia la puerta principal. Estaba congelado, no podía decir ni hacer nada. -¡Que salgas maldita sea!- No tuve más que ceder.

Me senté en un banco en medio de arbustos, me sentía pésimo, estaba confundido por completo ¿Qué pasaba con Tony? ¿No recordaba nada en absoluto? ¿Entonces con quién estuve manteniendo relaciones todo este tiempo?. Esas dudas crecían cada vez más. El playboy había logrado tocar lo más profundo de mi, no sólo a la hora del sexo, sino también... en mis sentimientos. Me dio la oportunidad de rehacerme después de tanta mierda, dios Anthony.

¿Qué me hiciste?.

Las horas pasaron fugazmente, tenía que volver a la habitación. Fui caminando lentamente, sabía que no era deseado allí.

Al llegar estaba Tony durmiendo profundamente, ocupando toda la cama. -Sé que no me quieres aquí, con echarme era suficiente- Dije en voz baja. Tomé una almohada y me acomodé en el suelo, me recordó a las típicas peleas matrimoniales de las películas. Reí por lo bajo para no despertarle. Pero, nosotros éramos compañeros de trabajo, no una pareja.