11.

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El excitante vaivén siguió hasta llegar a mi límite y correrme en su torso. Apoyó su cabeza en mi hombro, estaba agitado -Oh Stephen...- Dijo jadeando antes de caer al piso -¿Tony?- Me acerqué para intentar despertarlo. -¡Mierda! ¿Qué haré ahora!?- Pensé mirando su cuerpo en el suelo, solo se me ocurrió llevarlo al sofá.

Con mis manos y piernas temblorosas (por el acto anterior) hice mi mayor esfuerzo por llevarlo al sofá, y lo logré pero esto; me causo un dolor horrible en mis manos y piernas. -Vamos, Anthony, reacciona!- Dije en voz baja. Por lo de Stark había olvidado el hecho de que andaba completamente desnudo.
Me apresuré en ponerme ropa limpiarme un poco. Estaba exhausto y lo único que quería era una siesta.

Me despertó el sonido de mi celular, me estaban llamando, ¿Quién?, pues era un número privado. -¿Hola?- contesté -Hola, Señor Strange- Su voz era grave -¿Qué necesita?- Pregunté -Oh, vengo a ofrecerle un trato.- En ese momento, tuve un mal presentimiento.-¿Qué tipo de trato?-  Estaba algo asustado. -Stephen, usted sabrá hace unos meses atrás se divulgó un rumor sobre el Señor Tony Stark, el cuál decía que el tenía una enfermedad mental la cuál nunca se confirmó públicamente, por lo que el rumor murió en un par de días. Pero últimamente se le ha visto evitar diversas conferencias e incluso, tengo entendido que ahora se fue a Brasil con usted, no es verdad?- Una vez vi un certificado médico ¿Tendrá relación con esto? -Disculpe Señor..?- No tenía la menor idea de su nombre. -Steve Rogers.- Respondió con tono presumido -Señor Rogers; ¿Qué tengo que ver yo en todo esto?- Pregunté algo molesto. -Verá usted, Señor Strange. Usted tiene acceso a documentos muy personales del sujeto en cuestión, por lo cuál nos sería muy útil, además usted recibiría una paga  bastante buena y obtendría nuestra total protección.- Sabía que esto me olía mal -Señor Rogers, me va a tener que disculpar pero rechazaré su oferta, soy un trabajador honesto y no una rata que se baña en billetes a costa de arruinarle la vida a alguien más.- Hubo un pequeño silencio. -Señor Strange... no está usted entendi... -Antes de que terminara su oración, corté el teléfono. Qué momento más intenso, sabía que estar al lado de Stark era un drama constante. Miré a Tony desde mi asiento, se veía tan indefenso, me causa cierta ternura. Oh Tony, ¿Qué me estas haciendo?. Volví a cerrar los ojos con la intención de dormir unas horas más.

Esta vez me despertó el multimillonario empresario con sus extraños ruidos. -Parece que no es muy silencioso, Señor Stark- Dije mirando como comía mientras veía televisión -Oh vamos Strange, basta de formalidades, dime Tony- Dijo rodando los ojos -Esta bien, Tony- Era incomodo llamarlo así, después de todo es mi jefe. Noté que nuevamente parecía como si nada hubiese pasado, ¿De verdad Tony estaba ignorando todo? Que fácil parece para él -Casi llegamos a Brasil, es fascinante allí- Dijo Tony mirando la ventana -Oh, es mi primera vez- Dije inocentemente -El guapo doctor ¿Virgen?- Dijo con una media sonrisa -No me refería a eso, es mi primera vez aquí, idiota- Esto último lo susurré levemente sonrojado.

El viaje se hacía mas lento entre más nos acercábamos a nuestro destino, sin tomar en cuenta que estaba todo en un (no muy cómodo) silencio.

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