7.

2K 188 16
                                    

Una luz extremadamente desagradable logró despertame, bueno, no solamente la luz. También un dolor que recorrió toda mi columna al querer levantarme. Los recuerdos de anoche comenzaban a revivir, aunque, no podía reflexionar con claridad todo lo ocurrido.
Miré a mi lado izquierdo, en el cual se encontraba Stark, dormido. -Debería irme antes de que se despierte, sería muy incómodo si me quedo.- Pensé, enseguida me levanté con dificultad y comencé a vestirme.

Caminé lentamente a tomar un taxi, disimulando el dolor directo en mi trasero, de verdad era algo molesto. Me senté con agonía en el taxi, sólo quería llegar a casa.

Al llegar, tiré mis cosas y me lancé a mi cama, en ese momento caí en cuenta sobre lo cometido la noche anterior. -Mierda, ¿Que hice?- Dije en voz baja para mi mismo. No solo había tenido sexo con un hombre si no que con mi jefe, ¿Qué estaba pensando?.

Pude sentir cómo cuerpo aún refugiaba fluidos. -Ugh, asco.- fui a la ducha. El agua recorría mi cuerpo, todo me recordaba al tacto de sus manos en mi cuerpo, era algo realmente embriagador.
Al salir, me miré al espejo, tenía diversas marcas en mi cuerpo, aquellas marcas ocultaban recientes recuerdos eróticos. Comencé a tocarlos, podía sentir perfectamente sus labios besando mi cuerpo aún.

¿Cómo lo miraría a los ojos en el trabajo?. Traté de auto convencerme de que esto quedaría en el olvido y jamás se retomaría el tema. Por otro lado, me era inevitable recordar cada detalle a la perfección. Luego, otra duda rondó mi cabeza. -Stark...¿lo recordará?- Ayer parecía ser una persona totalmente distinta. Si el realmente recordaba algo todo será incómodo de ahí en adelante.

Decidí salir, ya era de noche y el dolor de mis caderas ahora era más aceptable. Llamé a unos viejos amigos, necesitaba despejarme de todo. Al momento de contactarme con mis amigos para encontrarnos en un bar cercano, respondieron rápidamente diciendo que estaban libres e irían enseguida al bar. -Creo que me extrañaban, eh- dije para mis adentros, sonriendo.

Las minutos pasaron volando.
Quería vestirme casual hoy, pero vamos, soy un hombre con clase. Me puse una de mis camisas y unos pantalones negros al igual que mis zapatos. Maldición, soy extremadamente guapo.

Me fui caminando hacia el bar. Era ridículo ir en taxi a algo que solo estaba a cuadras de mi hogar.

El bar estaba ambientado con lo usual, luces de colores, mezclas de perfumes y el abundante olor a alcohol. -Stephen!- Al escuchar el obvio grito de mis amigos inmediatamente sonreí, debía admitir que también los extrañaba, me dirigí hacia ellos. -Miren quién salió de la cueva por fin, y mejor que nunca, eh? ¿Qué es de tu vida?- Mi boca se tornó en una media sonrisa. -Podría decir que estoy entrando en una etapa bastante buena. ¿Ustedes?-.
Así pasamos la noche, conversando y tomando para pasar el tiempo. De verdad necesitaba a alguien que no fuera del trabajo o que no fuera Stark.
Oh dios, Tony...

All mine. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora