All mine.

9.

Me vestí apropiadamente, Stark no específico cuanto tiempo estaríamos en Brasil, así que hice una maleta con lo esencial.
Salí apresurado hacia la empresa, ese era nuestro punto de encuentro.
Al estar en su oficina, el estaba sentado detrás de su escritorio, ocupado, cómo siempre. Estaba nervioso, después de todo lo que había pasado entre nosotros, tenía miedo de que fuera incómodo.
-Buenos días, Strange.- dijo observándome. ¿No se acordaba de nada o era muy bueno fingiendo?-Igualmente.- Dije sin mucho interés, mirándole de reojo. -Sobre este imprevisto viaje, ¿De qué se trata?-
Me observó. -No creo que sea de tu interés, pero necesito recoger un par de cosas y conferencias varias.- ¿Ir a recoger un par de cosas? ¿Tony Stark no podía simplemente enviar alguien por el o conseguir que se las trajera?. Solo asentí con la cabeza. Supongo que estaba ignorando el "tema", era lo mejor que podíamos hacer.

En el almuerzo, fuimos a un lugar cercano. Quedaba poco para nuestro vuelo y el tiempo no sobraba.
Yo no tenía hambre, solo me dediqué a observar disimuladamente a Stark devorar su comida. Siempre con esa mirada agobiada y preocupada. Escondía todo con su humor instintivo. -¿Siempre te ves así?- Mierda, lo dije en voz alta. Me miró directamente a los ojos al escuchar mi voz. -Explícate.- Respondió interesado ¿No podía simplemente callarme? -Estresado, preocupado, etcétera.- Mostró una media sonrisa. -Creí que dirías increíble, fabuloso o algo así.- Allí estaba el narcisismo en exceso otra vez, arqueé una ceja divertido. -No soy un adulador.- Respondí. -Eres mi secretario.- Dijo con una sonrisa. -Son conceptos totalmente distintos, que todos tus secretarios anteriores te adularan y te cumplieran los caprichos es otra cosa, ¿No crees?.- Se echó para atrás en su silla. -Tarde o temprano, todos terminan amándome.- Se encogió de hombros -Pero, respondiéndote a lo anterior. Así te mantiene la vida de empresario multimillonario. Es una gran carga. Lo vale totalmente, si. Hay que estar comprometido.- Dijo con cierto aire de grandeza.

Luego allí estaba, sentado en ese avión privado. Algo inquieto por lo sucedido con Stark, ¿Cómo podía el estar tan tranquilo?.
Yo pensé haberlo superado después de lo que hice con esa chica, al parecer me equivoqué.

Tal vez no fue una gran idea haber tomado exactamente 6 vasos de agua en la mañana. Necesitaba ir al baño urgentemente.

Estaba haciendo mis necesidades cómo cualquier ser humano normal, luego siento que alguien quería entrar. -Está ocupado.- Insistió -Está ocupado.- Repetí, esta vez más alto, no se sintieron más forcejeos.
Se podían escuchar quejidos a través de la puerta, luego, alguien comenzó a golpear desesperadamente. -Strange, ¡abre ahora mismo!.- Estaba lavando mis manos cuando escuché la exasperada voz de mi jefe. -Qué mier...- No pude terminar la frase cuando Stark había conseguido abrir la puerta, cerrándola a sus espaldas con la misma fuerza.
Temblaba, tenía furia viviente en la mirada.
¿Para qué mentirme a mi mismo?
Me encantaba esa mirada.