6.

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Sentí como un escalofrío recorría mi cuerpo, estaba paralizado por el miedo. -Stark, ¿qué mierda? ¡relájate!- Me observó de pies a cabeza, arqueó una ceja -Strange... Strange, no estés asustado, cariño- Dijo con tono sarcástico. En un abrir y cerrar de ojos, me empujó contra la pared, acorralándome. -Me pregunto... ¿que habrá debajo de esa camiseta?- Levantó un poco mi camisa, a lo que yo respondo agarrando torpemente sus muñecas. -Stark, para con esto ahora.- Comenzó a reírse -Con que te comportarás cómo un chico malo, bien, te devolveré el favor. - Tomó mi brazo violentamente, me arrastró hacia la habitación. -Bueno, "chico malo" -dijo irónicamente- Es hora de tu castigo.- Me lanzó a la cama, me volteo cabeza abajo y ató mis manos con una de sus corbatas. -Stark, para con esta mierda, es enserio.- Traté de mover mi cuerpo pero era casi imposible, me tenía absolutamente adherido a esa cama.
Comenzó lentamente a quitar mi camiseta. -Probaré cada parte de ti, Strange- Sentí cómo su bulto rozaba lentamente con mi trasero. Me dió vuelta, dejándonos frente a frente, Me besó desesperado, de una forma agresiva y hambrienta, que solo empeoraba mi evidente erección.
Al momento de dejarme semi-desnudo, inicio un roce de su bulto con el mío. -Mierda... estoy caliente... esto... me gusta.- Pensé al sentir sus dientes morder mi cuello. -Te gusta que te dominen, no es así, Stephen?- Dijo entre risas, me acerqué a su oreja -No pensarás eso cuando te monte Tony-. Ante esto logré desatar mis manos. En un fuerte agarré, le dejé abajo de mi. -¿Qué mierda haces?- Pensé, me sentía algo arrepentido, pero ya había llegado demasiado lejos cómo para detenerme. Bajé el boxer de Stark y al ver el contenido de este, tuve miedo de que al momento de introducirlo, doliera, y mucho. Comencé a masturbarlo lentamente -Vamos Stephen, sé que quieres probarlo.- Sonrío sujetando mi cabello con fuerza. No me quedó ninguna opción más que aceptar. Succionaba la punta de su pene mientras acariciaba sus testiculos, chupé todo el largo y ancho de su pene. De verdad, ambos lo estábamos disfrutando . -Ahora es mi turno.- Agarró mi cabello y mis manos, dejándome nuevamente en la posición inicial. -Me preguntó si te gusta el dolor...- lamió la comisura de sus labios, luego apresurado me baja el boxer, estaba totalmente expuesto. -Te va a gustar, cariño- Tomó su cinturón y comenzó a dame con este en el trasero, dolía, pero no podía negarlo, me encantaba. -Oh, Stephen, tu bella retaguardia se tornó de un color hermoso.- Dijo casi en un susurro, antes de comenzar a lamer mi trasero llegando a mi entrada. Sentía su lengua entrando en mi, sus manos tocando mi pene, era todo demasiado excitante, no creía poder aguantar más.

El juego previo estaba llegando a su fin. -Bueno Stephen, terminamos con los jueguitos.- Me volteó bruscamente sacándome de mi trance de placer. -Móntame cariño-Accedí a su petición. Me senté encima de el y tomé su pene acercándolo a mi entrada, sentía el provocador roce. -Vamos, déjame entrar- Dijo alterado. Me daba miedo, no sabia si "eso" entraría. -Si no lo haces tú, lo haré yo- Bajó mis caderas, dejando entrar su pene bruscamente. Emití un fuerte gemido. -No costaba, ¿Verdad?- Bajaba y subía, un vaivén demasiado placentero, mi cuerpo entero se sentía caliente. Gemía sin parar -Tony, me co-corro. - Sonrió. -Adelante querido- Vi mi líquido caer sobre su pecho.
Se acercó levemente a mi oído -Algo para que me recuerdes.- Susurró, luego, sentí su caliente líquido llenarme el interior.

All mine. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora