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Después de aquella escena todo era confuso para mi, no sabía que pensar ni que decir al respecto, solo guardé silencio y me dirigí nuevamente a mi trabajo.

Quise aparentar que nada ocurría, pero realmente sólo quería llorar y gritar. Nuevamente, me sentía ahogado.

El día transcurría y ya no quedaba nada para mi hora de salida, parecía que no vería a Tony hasta mañana, hasta que escuche esos zapatos finos y la esencia de el narcisismo en exceso acercándose al lugar donde me encontraba -Hey, Strange!- ¿Por qué a mi? -¿Hm?- Quería sonar profesionalmente frío pero no irrespetuoso -Necesito... ya sabes, una ayudita con lo que deje allí- Apuntó hacía su oficina, ugh -Disculpe Señor, yo solo soy su secretario, no su ama de llaves que le consiente en lo que usted desee, además ya es hora de retirarme, con permiso- Agarré mis pertenencias  y caminé rápidamente para largarme de una vez.

Llegué a mi casa con ganas de tirarme en el sofá para dormir y aparecer en cualquier otra parte que no fuese esta ciudad. Demonios, Stephen ¿Qué te hicieron? Tu eres mejor que un sentimiento tan insignificante como el amor.

Nuevamente el alcohol me llamaba desde la nevera, mierda. Una parte de mí decía "Hazlo de una vez cobarde, ahoga tus penas en alcohol otra vez." Mientras que otra decía "Mañana debes ir a trabajar" aún así las ganas de beber eran muchísimo más atractivas.

Como lección de hoy amigos; nunca dejes a un borracho solitario con su celular.

Tenía la enorme necesidad de saber qué estaba haciendo Tony, los celos ardían en mi ser, quería saber si querría desvelarse hablando conmigo. Obviamente, no estaba en mis cabales. Sin siquiera pensarlo mi mano ya estaba marcando al numero de Anthony ¡Mierda!. Cómo siempre; Stark no contestó inmediatamente. Pasaron unos minutos hasta que por fin contestó -¿Stark?...- En estas condiciones, la formalidad había quedado atrás. Aunque no tenía la valentía de volver a llamarlo "Tony" -Strange, qué quieres ahora?- Oh mierda, vamos Stephen, habla pedazo de idiota. -Oh, y-yo... sólo quería decirte que... - Noté que de fondo se oían voces femeninas gritándole a Tony que volviera con ellas. -¿Qué querías decirme? Estoy ocupado.- Un dolor punzante en el pecho me dejó sin habla -Oh vamos Tony! Deja el teléfono- Otra vez una voz femenina se oía a la distancia. -¡Strange!- No podía seguir hablando con él -Disculpe Señor, olvídelo, adiós.- Soy un idiota. -Hey! No cort...- Corté sin más, no podía seguir escuchándolo.

-¡Un brindis por los amores no correspondidos!- Me encontraba alzando una copa al frente de un espejo  mientras hablaba conmigo mismo. -¿Ves lo solo que estás? ¿Lo puedes ver? Dios... caíste bajo. Tu...- me apunté a mi mismo. -Maldito pedazo de mierda. Tu... grandísima basura, mirándote frente a frente con la miseria.-
De un momento a otro; recordé su sonrisa, recordé lo lindo de sus ojos, recordé su voz lujuriosa en mi oído, recordé el tacto de sus manos recorrer mi cuerpo, lo recordé a el. -Dios, Anthony. ¿Sabrás cómo me lastimas?


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Lamentamos la demora, muchísimas gracias por los 7k de leídas y todos los votos, les amamos!!💓🌤🌷
PSD. Ya saben la lección, aléjense de su celular mientas beben, no sean como su autora y no le escriban a medio mundo.

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