Molestia.

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~Poché~

Abrí los ojos con dificultad, me sentía muy cansada. Por suerte no tenía cruda, aunque estaba relajada y aún tenía mucho sueño.

Sonreí involuntariamente al ver a Calle acostada a mi lado.

—¿Ya estás despierta? —Pregunté al sentir como se movió ligeramente.

—¿Mmmh? —Se quejó volviendo a acomodarse.

—Que si ya despertaste —Repetí atenta a lo que haría.

—No, duérmete —Apenas escuché que respondió aún dormida, me pegó más a ella deleitándome en su aroma.

Había quedado en el hueco que se formaba de su hombro a su cuello, una de mis manos la aferré a su abdomen y nuevamente me quedé dormida ahí con ella.

—¿Poché? —Escuché la voz de una chica seguida de algunos golpes en la puerta.

Ignoré aquel hecho retomando mi sueño a lado de Calle hasta que volví a escuchar que me nombraban.

Una vez más abrí los ojos esperando a que volviera a tocar la puerta.

Me puse de pie en cuanto esto sucedió; me coloqué rápidamente el pijama que constaba de una blusa holgada y unos shorts cortos que por cierto no había usado en toda la noche.

Abrí la puerta de la habitación y me encontré con Valentina, su imagen me hizo recordar ese momento tan desagradable de la noche anterior. Salí del cuarto cerrando la puerta tras de mí y en seguida preguntarle qué era lo que quería.

—Mi papá ya vino por mi —Respondió evaluando mi aspecto.

—Que bien —Solté irónica mirándome al espejo que se encontraba en el pasillo.

—Quiere entrar a platicar contigo —Comentó mirando su celular.

—No puede entrar y si ya te está esperando es mejor que te vayas —Le pedí de la mejor manera que podía mientras la miraba.

Era obvio que Juan Carlos no entraría a mi casa y menos con Calle ahí en mi habitación.

—¿Puedo regresar en la noche a dormir aquí? —Preguntó la chica dudosa.

—Mira, no quiero ser grosera hoy —Comencé a hablar recordando la noche que había tenido, de hecho, nada podía hacerme enojar, —Pero mi casa no es un albergue, y si Juan Carlos te pidió que me preguntaras eso, la respuesta es no.

—Él no sabe, no quiero estar en esa casa —Habló desviando su vista al celular.

En ese momento no supe exactamente que hacer o que preguntar y ella pareció notarlo porque volvió a hablar.

—Juan Carlos es muy agresivo, y todas las noches trata muy mal a mi mamá, hace una semana intentó golpearme a mí.

Me quedé paralizada en cuanto me dijo eso, masajeé ligeramente mi sien ya que un ligero dolor se había hecho presente.

—Lamento eso —Comenté sabiendo capaz al señor que se hacía llamar nuestro padre de lo que mencionaba, pero aún no podía creerle, posiblemente era un nuevo plan de él mismo por medio de su hijita.

—Bueno, ya me voy —Formuló la chica con intenciones de acercarse para despedirse de mí, —Gracias por dejarme quedar anoche —Habló por último bajando las escaleras.

Me acerqué al barandal esperando a escuchar la puerta cerrarse, segundos después pude ver la imagen de la chica caminando hacia la segunda puerta a través del ventanal localizado en la zona de las escaleras.

Quiéreme otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora