Quiéreme otra vez.

Ella no.

  ~Calle~

Al entrar al departamento de West nos dirigimos hacia el sofá que estaba frente al televisor; ya había estado en ese lugar.

De cierto modo seguía en shock por todo lo vivido durante ese día y la idea de pensar que tal vez alguien había atentado en mi contra.

Muchas cosas aún seguían sin tener sentido, todo lo que Madison había dicho con respecto a Poché no me cuadraba y no me gustaba sentirme así.

Por otra parte ver a Becca muerta antes de salir de esa cabaña había removiendo todo mi interior y el tiempo compartido con ella, mi cabeza no alcanzaba a dimensionar que ella estuviera involucrada.

—¿Te sientes mejor? —Laurel se dirigía a mi, estaba sentada a mi lado y su aspecto lucía preocupado.

Asentí con una media sonrisa. No era cierto, no me sentía bien.

—¿Andrea y Poché? —Pregunté a la castaña quién respondía inmediatamente.

—Se quedaron afuera, ellas está bien —Afirmó sujetando una de mis mejillas mientras me dedicaba una sonrisa.

La chica lucía cansada y sabía perfectamente que ella tampoco se encontraba bien.

—Gracias —Dije sin más aproximándose a ella para abrazarla. Sujeté su cintura y una vez más en el día recargué mi cabeza sobre su hombro.

Así permanecimos unos segundos hasta que me animé a preguntarle qué tan involucrada estaba con todo ese asunto.

—Andrea me contacto —Comenzó a platicar alejándose un poco de mí para poderme mirar, —Me dijo que necesitaba ayuda, que estaba harta, que ya no sabía qué hacer con todo eso que cargaba; nos reunimos mientras viajaste con Poché, antes de los de Juliana.

—¿Sabías que Becca estaba involucrada con lo de Juliana? — Laurel asintió con pesadez bajando la mirada, aquello hizo que me alejara aún más.

—De alguna forma la culpa me carcomia ya que no me sentía capaz de hacer algo para evitar que Juli estuviera ahí.

—En este momento me siento una estúpida —Expresé desviando mi vista de ella.

—No mencioné nada porque Andrea dijo que seguía esperando el momento adecuado —La chica que tenía a mi lado seguía hablando pero ya no estaba segura de querer seguir escuchándola.

—¿Y desde cuándo le eres tan fiel a Andrea? —Cuestioné reclamado de alguna manera.

Me sentía molesta, había pensado en que Laurel y yo éramos amigas, además de que había fingido tan bien durante nuestra estadía en el hospital, el estar con mi mamá e incluso todavía tener la decencia de decir que me quería.

—Sabes que mi elección siempre serás tú pero en esta ocasión ni yo misma sabías que hacer —Asentí poniéndome de pie, tenía que controlarme pero no encontraba la manera, —En cuanto me dijiste que Poché estaba con Madison recordé que Andrea dijo que tenía que estar alerta porque iban no tardaban en moverse, cuando te llamaron diciendo que Poché estaba en peligro me dio mucho miedo porque no iban a descansar hasta hacerle daño a alguien.

Me puse de pie sujetando mi cabeza, dirigiendo mi caminar al pequeño comedor que se encontraba en un extremo de la sala, me recargué contra la mesa y la seguí escuchando.

—Andrea se comunicó conmigo mientras viajábamos para Los Ángeles, me avisó de que estaría en su casa y ahí fue que decidimos dormirlas para evitar que preguntarán y ahorrarnos tiempo en eso; la intención principal era hacer que Poché no sé comprometiera con Madison públicamente por qué eso habría afectado su imagen.