Quiéreme otra vez.

Detente.

~Calle~

Después de pedirle a Andrea y a Laurel que me dejaran a solas con Poché la intranquilidad seguía siendo parte de mi. No quería hablar, ni siquiera preguntar nada y ella solo me miraba.

—No tenía idea de lo que le hacían a Juliana, debes creerme eso —Tragué aire fuerte para después comenzar a caminar frente al sillón de un lado a otro.

—¿De qué si tenías idea? —Decidí preguntar una vez que pude cesar lo que mi corazón sentía.

—Hay cosas que no es necesario que sepas —Voltee los ojos al escucharla.

—¿Es tan difícil decir la verdad María José? —Cuestioné, —Creo que merezco saber todo lo que está pasado porque por si no lo recuerdas hace unas horas iban a matarme.

—Sí, si lo recuerdo —Respondió rápidamente, —Es algo que sé no voy a olvidar pronto, —Ahora era ella quien se paseaba frente a la sala.

Suspiré una vez más cerrando los ojos evitando desesperarme, me había recargado sobre la mesa; para cuando los abrí ya la tenía frente a mi.

—No sé cómo ni por dónde empezar —Habló quedito para después alejarse mientras con sus manos sujetaba su cabello por encima de su cabeza y en seguida llevarlas a sus ojos.

Estaba desesperada e incluso intranquila, la conocía, era verdad que no sabía cómo decir todo lo que tenía que decir.

—¿Te parece iniciar con el por qué no fuiste totalmente sincera la última vez que hablamos? —Me miró por unos segundos asintiendo, —¿Te acostaste con Madison?

Aunque era una pregunta qué tal vez no tenía importancia quería confirmar lo que la rubia me había restregado, además de que me parecía adecuado ir de lo menos significativo a la causa raíz de todo lo que estaba pasando.

—No lo sé —Contestó quedándose quieta mientras volvía a verme.

—¿Por qué no lo sabes?, Porque creo que sí algo sucede es porque ambas personas están conscientes de lo que hacen —Intenté parecer segura lo que decía pero realmente no quería profundizar en eso.

—Tal vez yo no estaba consciente —Aquello hizo que la mirara.

¿Por qué razón no estaría consciente?

—Hubo un tiempo en que salía con Madison seguido, nos íbamos de antro o en su casa, no sé en qué momento decidí probar una de las pastillas de las que ya llevaba rato ofreciéndome —Continuó hablando.

—¿A qué te refieres? —Pregunté recordando el primer tema que tocó la rubia al entrar a la cabaña, así como la plática que había tenido con Micaela tiempo atrás en la casa de Poché, todo eso tenía coherencia con lo que decía.

"—Madison esta borracha e incluso drogada, no deberías preocuparte por ella —Dijo la morena levantándose del sofá en el que me encontraba.

—Cómo que está drogada, ¿No solo estaban bebiendo? —Pregunté realmente sorprendida imitando su acción.

—Desafortunadamente no todas las cosas son como parecen, la misma Sofía se las facilita, incluso nos ha ofrecido a nosotras..."

—¿Te drogas? —Solté de momento.

—No Respondió en primera instancia.

—¿No? 

—Fueron un par de veces —Admitió sentándose sobre la orilla del sillón, parecía estar frustrada.