~Calle~
—Eso es lo peor que pudiste haber hecho —Finalicé encerrándome en el pequeño dormitorio con el que contaba aquel avión.
Estaba molesta y muy posiblemente incapaz de entender razones, no quería escucharla, me sentía rota de que no haya confiado en mí y menos me hubiera advertido lo que estaba sucediendo.
—Calle, abre por favor —Escuché su voz al otro lado, lloraba mientras que yo me sentía seca.
Ya había llorado mucho por el mismo tema.
—Calle —Volvió a llamarme, —La situación ya está más complicada ahora, —Su tono de voz se vino abajo, —La persona que llevó la foto a tu departamento fue la misma que se hizo presente ese día.
En ese momento mis piernas se debilitaron y torpemente me pude guiar a una de las paredes de la aeronave deslizándome hasta llegar al piso.
—Se enteraron de que estábamos juntas y fue por eso que los mandaron a seguirnos, —Cerré mis ojos con fuerza, tenía mucho miedo, me sentía desprotegida y sola.
—Perdóname — La escuché decir una vez más en la noche provocando que golpeara mi puño contra ese piso.
Sin tener la fuerza suficiente para incorporarme caminé sobre mis rodillas hasta alcanzar la puerta.
—Abrázame —Le pedí en cuanto abrí encontrándola en la misma posición que yo hasta hace unos segundos.
Gateó hasta donde me encontraba, me cubrió con sus brazos, me prensé a su cintura y fue en ese momento cuando sentí que mis piezas se estaban compactando a las de ella.
Aún tenía dudas e incertidumbre por lo que pudiera pasar, pero al menos en esa noche la había vuelto a ver, oír y sentir sincera conmigo. Mi cabeza aun acomodaba tanta información recibida y poco a poco intentaba darle la razón en el por qué se había comportado así antes del día de la boda.
Incluso había hecho el esfuerzo por ponerme en su lugar e imaginar que me tuvieran amenazada con ella, más tardé en hacerlo que en lo que borré esa posibilidad de mi cabeza. No quería que le pasara nada, la quería conmigo y al igual que ella la cuidaría de cualquier cosa.
—Te amo —Susurró cerca de mi oído mientras que con su mano alistaba mi cabello , —Y yo sé que tenía que haberte dicho desde que recibí la primer llamada pero me aterré en cuanto te involucraron.
Decidí no responder, simplemente sentí su abrazo y comencé a escuchar cómo es que empezaba a tranquilizar su llanto.
—Señorita Garzón —Llamó nuestra atención la tal Bonnie, quien salía de la cabina principal.
—¿Sí? —Atendió poniéndose de pie para en seguida ayudarme, limpió sus lágrimas y puso atención en lo que el sobrecargo tenía que decir.
—El piloto informa que entraremos en zona de turbulencia podrían acomodarse en sus lugares y ajustarse el cinturón de seguridad.
¿La noche podría ser peor?
Odiaba las turbulencias y eso Poché lo sabía así que se apresuró a decirme que todo estaría en orden.
En cuanto tomé asiento la vi ajustando mi cinturón, seguido a eso ella se sentó en el de enfrente e hizo la misma acción.
Nos miramos por unos segundos en los que me sentí tonta, quería que se volviera a sentar a mi lado.
Miré por la pequeña ventana al exterior aún oscuro, el cielo tenía un color grisáceo h ya me había empezado a preocupar por lo que pudiera pasar.
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Quiéreme otra vez.
FanfictionSegunda parte de la bilogía Quiéreme. Después de aquél día la vida de Daniela Calle sufrió una serie de complicaciones, estaba rota y bastante dolida; sus decisiones la estaban llevando a lado de la persona que había desatado todo. Ella, María José...