La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]

Capítulo 8 (I)

—No es en verdad—dije tratando de suavizar las cosas.

—Pues lo dices con mucho resentimiento —dijo parándose de la cama y yendo hacía la puerta.

—Shawn —lo detuve—. Deberías ir a arreglarte para que vayamos a la cena.

—No te preocupes, ya no iremos, es más, no hagas tu maleta tampoco —dijo antes de salir y cerrar la puerta.

De inmediato lo seguí hasta su habitación, pero me cerró la puerta en la cara.

— ¡Hey! Ten cuidado —entré a su habitación.

—Tú siempre lo haces —estaba furioso.

—Perdona, ¿sí? — me crucé de brazos—. No lo decía en serio.

—No me importa —abrió su armario y sacó una toalla —. ¿Podrías irte para poder quitarme la ropa?

—No —dije firme—, quiero saber dos cosas.

— ¿Qué quieres? — preguntó de mala gana y azotando la puerta del armario. Abrí los ojos asustada —. ¿Hablarás o qué?

— ¿Por qué no iremos a la cena? — arqueé una ceja—. Y, ¿por qué no debo hacer mi maleta?

—No iremos a la cena porque le diré a Nash que peleamos —se encaminó hacia el baño—. Y no tienes que hacer tu maleta porque iré solo a México.

—Ah, no —detuve la puerta del baño—. Voy a ir a México contigo quieras o no —dije muy cerca de su rostro. Debo reconocer que es muy hipócrita de mi parte pelear ahora por ir a ese viaje si ya había peleado antes con Shawn porque no quería ir—. Además tengo un vestido nuevo que quiero usar y me gustaría estrenarlo esta noche —respiré nerviosa, estaba muy cerca de él.

—No vendrás a  México —se acercó a mí—, y deja tu vestido nuevo para otra ocasión.

—Sí iré, ya hice mis maletas y me costó mucho contigo ahí fastidiando —cerré los ojos anhelando que sus labios tocaran los míos—.  Y quiero conocer México —mordí mi labio inferior mientras él me tomaba de la cintura— ¿Me llevarás contigo? — murmuré.

— ¿Por qué quieres que me muera?

Aquí vamos de nuevo.

—No quiero que te mueras —dije casi inaudible—. Es sólo que a veces me sacas de casillas y me dan ganas de patearte.

—Abre los ojos —me ordenó con voz ronca, obedecí —. ¿Quieres que te bese?

—N... n... no —titubeé.

— ¿Segura? — cuestionó rozando nuestros labios. Me tenía dominada.

—Sí, segura —me zafé de sus brazos—. Ahora dúchate y vístete como alguien normal —le dije recordando lo que me dijo hace unos días—. Ya vamos tarde. Salí corriendo hacia mi habitación y cerré la puerta con seguro.

Me tiré boca arriba en mi cama.

— ¿Qué fue eso? — murmuré para mí misma—. Debí decirle que sí —toqué mis labios.

¡¿Qué?! Me estoy enriqueciendo en está casa. No, no, no. Shawn no me gusta, él no me gusta, traté de convencerme. Shawn no me gusta, Shawn no me gusta. Me metí al baño repitiendo eso como un mantra.

Luego de ducharme tenía un problema: no tenía un vestido nuevo, sólo quería arreglar la estupidez que había dicho. Me maquillé y peiné para luego buscar algo decente entre la ropa que aún no empacaba.

Encontré un lindo vestido rojo de corte imperio, con sólo una manga y unos tacones negros. Hace mucho no los uso, así que no sé cómo saldrá esto. Me miré por última vez en el espejo, rocié algo de perfume y salí de  la habitación con mi pequeña cartera en la mano.