Capítulo 32

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Estaba sentada en el sillón de la sala esperando a que Shawn se dignara a bajar. Una soda en mi mano derecha y una galleta en la izquierda. La ventana estaba abierta dejando a la vista los arboles meciéndose por la sueva brisa. La noche ya había caído y cada vez tenía más sueño.

Los pasos sobre los escalones retumbaron en toda la casa, Shawn estaba bajando. Volteé a verlo y este desvió la mirada para entrar a la cocina. ¿En serio se había enojado por eso? Me pregunté mientras lo escuchaba en la cocina.

Dejé la lata sobre la mesita y terminé mi galleta. Shawn azotó la puerta del refrigerador y lo escuché maldecir.

-- Nunca hay nada para comer –se quejó en voz alta.

-- ¡Te dije que debíamos ir de compras! – grité desde la sala.

Lo escuché hacer su estúpida imitación de mi voz y volvió a abrir la nevera. Tomé la lata vacía y me dirigí a la cocina, donde la arrojé a la basura.

-- ¿Puedes prepararme la cena? – preguntó Shawn.

-- ¿Yo? – puse un dedo sobre mi pecho –. ¿A ti? Ni lo sueñes, Mendes.

--Gracias –dijo entre dientes–. No te comportas como un ama de casa.

--Porque no lo soy –le aclaré–. Y un ama de casa no es una esclava, así que al menos pide el favor.

-- ¿Puedes hacerme la cena? – preguntó de nuevo. Arqueé una ceja– Por favor –agregó.

--El momento ya pasó.

--Victoria, por favor –se quejó golpeando un pie contra el piso, de nuevo con berrinches de bebé.

Me quedé en silencio y fui hasta el refrigerador, la abrí y saqué un poco de pasta que había quedado. La puse en un plato y la metí al microondas.
Shawn me observaba atento. Busqué mostaza y kétchup y los coloqué sobre la barra. El microondas terminó su trabajo y saqué el plato para luego colocarlo también en la barra. Tomé un cuchillo y un tenedor y los coloqué junto al plato.

--Que lo disfrutes.

--Victoria, esto es del jueves –se quejó.

--Dos días, no te hará daño.

--Cocina para mí, por favor.

--No lo haré, Shawn –dije saliendo de la cocina.

Nuestras peleas solían ser fuertes y se resolvían con un revolcón; un masaje en los hombros y suaves besos, problema resuelto. Ya le había dicho a Shawn durante nuestra última pelea que la próxima vez no sería igual. Esta era esa próxima vez, Shawn no se saldría con la suya. Ya en la habitación, me coloqué el pijama y empecé a desmaquillarme.

-- ¡Fue la cena más maravillosa de todas las cenas maravillosas! – exclamó Shawn entrando a la habitación.

Mis labios se curvaron en una pequeña sonrisa seguida de una carcajada. Cepillé mis dientes y salí del baño luego de apagar la luz. Shawn apagó la luz principal y encendió la de su lámpara, imité su acción. Me observó un rato desde el baño y procedió a cepillar sus dientes. Cuando salió, yo yacía boca abajo en la cama, por lo que apagó también las lámparas. Lo sentí llenar el vacío junto a mí y volteé quedando de espaldas a él. Suspiró. Tarde o temprano iba a abrazarme para conciliar el sueño. Se removió entre las sabanas y luego se quedó quieto, su respiración se hizo profunda y relajada.

¿Se había dormido? ¿Tan difícil le era renunciar a su estúpido orgullo?

-- ¡Odio pelear contigo! – gritó de repente asustandome a tal punto en el que quedé sentada de un golpe–. No quería asustarte –se disculpó.

La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora