Capítulo 11 (I)

1.6K 103 15
                                    

Me desperté por el sol que daba en mi cara. Me estiré y me senté, miré hacia el sillón pero Shawn no estaba ahí. Presté atención por si oía el sonido de la ducha, pero no.

Tomé una ducha y me coloqué unos shorts amarillos, una ramera sin mangas y un par de sandalias. Luego llamé a recepción y pedí el desayuno.

Me sentía sola, casi abandonada. No sabía cómo iba a reaccionar cuando lo viera, pero quería que estuviera aquí.

No salí de la habitación en todo el día por miedo a perderme.

Eran las 3 de la mañana y yo trataba de no dormirme. Estaba preocupada por Shawn. De pronto escuché la puerta abrirse bruscamente y casi me caigo del sillón.

Nuestras miradas se cruzaron. Su rostro no demostraba nada y el mío, seguro era de espanto. Junté mis manos intentando darme valor para hablar.

— ¿En dónde estabas? — indagué nerviosa. Entró en la habitación tambaleándose y cerró la puerta.

—No te interesa —dijo fríamente.

—Claro que me interesa —me puse de pie y me acerqué hasta él. Apestaba a alcohol—. Shawn —lo llamé para que me mirara.

—No tengo porqué darte explicaciones —espetó mirándome mal.

—Sí tienes qué y lo harás ahora —demandé

—Mira... —me tomó fuertemente de las muñecas—. Primero que nada, la única que debe dar explicaciones eres tú; y segundo, ¡no te metas en mi vida! — gritó la última frase y me soltó bruscamente. Respiré hondo tratando de calmar mi miedo.

—Shawn... —susurré asustada.

—No quiero que me digas cosas que ya sé.

— ¿Cosas cómo qué?

—Y tampoco quiero que me confundas —regresó su mirada a mí—. Quiero que me expliques.

— ¿Cuánto estuviste bebiendo? —pregunté ignorando su pedido.

— ¡Eso no importa! — chilló exaltado —. ¿Y qué te importa cuánto?

—A ver, Shawn... —dije sentándome en el sillón, me sentía mareada—. Vamos a hablar como personas civilizadas: sin gritos, sin golpes —se sentó en el sillón pero alejado de mí —. ¿En dónde estabas?

—Eso no importa.

—Sí importa.

Se rió con ironía—. Entonces te importa, ¿verdad? Pero no te importa calentarme y luego dejarme solo como un idiota —estaba furioso.

—No fue así, yo...

—Aún no termino —me interrumpió. Apoyó los codos en sus rodillas y se pasó las manos por el cabello. Volvió a sentarse derecho y me miró —. ¿Por qué lo hiciste? Pensé que habíamos terminado con las venganzas.

—No era una venganza —aclaré.

— ¿Entones por qué lo hiciste?

—Tú empezaste —lo acusé.

—Y tú no me detuviste —me miró a los ojos —. ¿Por qué lloraste?

—Yo te pregunté algo antes —le recordé evadiendo su pregunta.

— ¿Qué quieres que responda? — se escuchaba más que furioso —. ¡¿Quieres cuánto bebí?! — gritó y asentí con miedo—. Bebí mucho, muchísimo, y estoy mareado, pero soy consciente de lo que me hiciste, o mejor dicho, con lo que me dejaste con ganas de hacer.

La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora