La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]

Capítulo 15

Sus labios húmedos sobre mi piel hacían que mi cuerpo ardiera, su mirada llena de deseo y pasión me hacían sentir algo que sólo había experimentado una vez, y él había sido el causante de eso también. Entre besos, se deshizo de mi suéter para luego quitarse el suyo. Empezó a dejar un sendero de besos desde mi mentón hacia mi cuello mientras nos dábamos vuelta dejándome debajo de él. Sonrió victorioso, sabía que ahora yo estaba en su poder.

-He esperado esto desde que te vi en esa maldita subasta -confesó entre jadeos-. No huyas como la última vez -rogó en mi oído.

-No lo haré -prometí tensándome por sus caricias sobre mi ramera.

Estaba claro lo que pasaría, aunque mi corazón no estaba acelerado sólo por la excitación y la pasión, lo estaba por mi nerviosismo. Era mi primera vez, sabía que podría doler y no creía que Shawn se fuera a controlar del todo. Acarició mi rostro y se sacó el hoodie lanzándolo a algún lugar de la habitación.

- ¿Estás bien? - preguntó para luego besarme con ternura.

- S-sí -respondí agitada. Detuvo sus besos y me miró atento.

-No seguiremos si no quieres, Victoria.

-No he dicho eso, Shawn.

-No te estoy obligando -acarició mi pierna por encima de los jeans-. En serio, podemos dejarlo aquí.

¡¿Qué?! ¿Justo ahora?

-No será como la otra vez -le aseguré.

O eso espero.

-Victoria, te lo repito: no te estoy obligando. Dejémoslo aquí, ¿sí? -acarició mi mejilla-. Puedo esperarte, quizá no mucho, pero puedo hacerlo.

-No tienes que esperarme, ¡dije que sí! - chillé.

-Tranquila, fierecilla -me besó de nuevo-. Sin presión, cariño -levantó mi ramera y acarició mis pechos sobre el sostén-. Me gustan -me encogí y lo besé fugazmente.

-Ya no pares, Shawn -le pedí con voz ronca.

-Como ordenes -descendió hasta mi ombligo y dejó un beso haciendo que me removiera-, pero todo a su debido tiempo -repitió la acción anterior-. Quiero oírte pedir por mí -susurró en mi oído y procedió a desabrochar su pantalón.

Tres golpes en la puerta hicieron que Shawn frunciera el ceño.

¡Oh, por favor!

-Finjamos que no hay nadie -besó mi cuello. Pero volvieron a tocar haciéndolo gruñir .- ¡¿Quién?! -gritó enojado.

-Soy Roberto -lo matará-. Traigo sus bolsas.

-Ya voy -dijo Shawn de mala gana. Se levantó de la cama y abrochó su pantalón-. A este imbécil voy a matarlo, así que prepara tus maletas porque nos van a sacar de aquí -me avisó poniéndose una playera.

Me levanté de un brinco y acomodé mi ropa.

-Voy yo -le jalé el brazo.

-Ah, no. Iré yo, debo ajustar cuentas -se soltó de mi agarre.

¿Acaso piensa salir con esa carpa de circo en sus pantalones?

- ¿Ya viste cómo estás? - señalé su pantalón algo avergonzada -. ¿Qué crees que pensará? - miró su pantalón y luego a mí.

- ¡Que sepa que nos interrumpió!

-Iré yo, deja de ser dramático -dije yendo hacia la puerta. Escuché que azotó la puerta del baño.