La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]

Capítulo 9

No le dije nada, ya estaba harta de sus insinuaciones. Claro, puede que él me gustara, no podía negarlo, pero estar juntos era una cosa muy diferente. No pasaría, por lo menos no mientras estuviera consiente.

La playa no quedaba muy lejos del hotel, pero el camino se hizo eterno, ya que Shawn trataba todo el tiempo de tomarme la mano y yo lo rechazaba.

Al llegar, extendimos nuestras toallas bajo una enorme sombrilla y nos sentamos sobre ellas. Shawn estaba haciendo no sé qué en su teléfono mientras yo me moría de calor, así que me quité el vestido para quedar en bikini.

— ¡Pensé que eras más escuálida! —dijo divertido.

—Cállate si no quieres tragarte una piña entera en este instante —lo amenacé provocando su risa. Me acosté boca abajo y volteé mi rostro para no verlo.

—Sólo bromeaba. La verdad, me gusta lo que veo —de inmediato me apoyé sobre mis codos y lo miré.

— ¿Podrías dejar de hacer eso? —sabía que mis mejillas estaba coloradas y no era por el sol.

— ¿Qué? Sólo dije que me gustaba lo que veía — alzó los hombros —. ¿Qué hay de malo en eso?

—No es lo que dices, es el tono con el que lo haces —dije seria —. ¡Mírame a los ojos! — chillé al notar que estaba mirando el poco trasero que tenía.

—No soy un depravado si es lo que crees —me miró  directo a los ojos—. Pero eso no quita que muera de ganas por estar contigo —agregó.

—Suficiente —volví a acostarme—. Quédate callado y déjame disfrutar por lo menos hoy.

—Como quieras, mi amor —se burló.

Me estaba volviendo loca. Su objetivo era llevarme a la cama y estoy casi segura de que no se rendiría, y algo me decía que, gracias a mi estupidez, sería más pronto que tarde.

Me había quedado dormida pero unas cosquillas en mi pierna me despertaron. Me moví por si era algún bicho, pero las cosquillas no pararon. Era Shawn, estaba segura. Una parte de mí quería quitar su mano de mi cuerpo y patearlo, pero la otra parte no estaba para nada molesta, por el contrario, le encantaba.

Dejé que esa parte me dominara y fingí que aún seguía dormida mientras él seguía acariciando mi pierna. Pero por supuesto, no se conformó con eso y puso su mano en mi trasero.

Eso sí que no.

— ¿Qué haces? — pregunté volteando a verlo. Quitó su mano y me sonrió.

—Te quedaste dormida.

—Oh, ¿en serio? — estaba molesta. Volvió a sonreír —. ¿Que no puedes dejar de mostrar tus dientes? — se puso serio y se levantó colocándose sus lentes.

—Ya ni reír puedo —se quejó como un niño pequeño y empezó a alejarse.

Sonreí, al fin me dejaría en paz. Aunque por otro lado, me sentía sola, desprotegida. Decidí ignorar ese sentimiento y me volteé boca arriba.

Estuve acostada en la playa casi una hora luego de que Shawn se fuera. Cuando ya me sentía sofocada por el calor, decidí recoger mis cosas. Sabía que al llegar al hotel se pondría pesado, así que decidí ir a unos quioscos de artesanías que había por ahí. Compré varios brazaletes y collares. Y también decidí dejar de lado mi estúpido orgullo y le compré una manilla tejida a Shawn, era azul con negro, espero que le guste. Cuando empacaron todo emprendí mi camino hacia al hotel.

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Tuve que golpear porque no tenía llave. Shawn abrió bruscamente la puerta y volvió de inmediato hacia el armario; seguía enojado.