La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]

Capítulo 13

Cuando salí del baño, Shawn no estaba en la habitación, así que aproveché para buscar qué ponerme, encontré un vestido de color azul rey – más casual que formal–, que quedaba un poco arriba de la rodilla y con falda plisada, y unas sandalias negras. Entré al baño para secar mi cabello y maquillarme, escuché la puerta principal abrirse.

— ¿Shawn? — lo llamé.

— ¡Sí, soy yo! — habló desde algún lugar de la habitación —. ¿Ya estás lista? — preguntó entrando al baño. Lo miré por el espejo y sonreí al verlo: camisa negra con puntitos blancos, saco y pantalones negros. Todo un Adonis.

— ¿En dónde estabas? — quise saber mientras terminaba de peinarme.

—En recepción —respondió tomando mi rímel —. ¿Para qué es este palo? — preguntó luego de abrirlo.

—Primero, no es un palo —le expliqué riendo y quitándoselo—. Y segundo, se usa para que las pestañas resalten y se vean mejor —dije mientras empezaba a maquillarme, él sólo miraba atento lo que hacía —. ¿Qué hacías en recepción?

—Ese palo es una pérdida de tiempo.

—Tienes cerebro de primate —me reí y él imitó mi acción—. Dime, ¿qué hacías allá bajo?

—Ah, me llamaron porque faltaba un florero y debía pagarlo —explicó divertido y me sonrojé —. ¿Sabes qué le pasó?

—Lo siento, estaba enojada —me disculpé con timidez.

—No te preocupes —dijo restándole interés—. Ya me aburrí —agregó haciendo un puchero.

—Ya casi estoy.

—Está bien —dijo saliendo del baño y pude ver que se tiró en la cama —. ¿Para qué te maquillas?

—Para verme... linda.

—No necesitas maquillaje —habló despreocupado mientras lanzaba una almohada hacia el techo. Sonreí frente al espejo y volví a sonrojarme—. Yo creo que es una pérdida de tiempo.

— ¿Por qué lo crees? — quise saber mientras tomaba el cepillo de dientes.

—Una mujer se ve más bella cuando está al natural —explicó.

—A veces me sorprendes, Shawn —confesé luego de enjugar mi boca. Salí del baño y apagué la luz de este—. Listo, vamos.

— ¡Al fin! — celebró levantándose de la cama y posando su mirada en mí. Me coloqué algo de perfume, tomé mi bolso y salimos.

❧

Ya en la calle tratábamos de encontrar un taxi.

—Creo que se estacionan por aquí —tomó mi mano y  me guió hacia donde estaban los taxis. Shawn le dio la dirección al conductor y emprendimos el viaje.

Mi mano reposaba sobre mi pierna, y sobre esta, la mano de Shawn brindándome leves caricias que enviaban corrientes eléctricas por todo mi cuerpo. Observé el camino a medida que avanzaba el taxi: calles llenas de colores, gente disfrutando, solos o con niños, familias enteras. Debía ser el centro de la ciudad. Además del hermoso cielo estrellado que estaba sobre nosotros, y una luna enorme y resplandeciente. Sonreí.

— ¿En qué piensas? — preguntó Shawn sonriéndome de vuelta.

—Todo es muy lindo, ¿no crees?

—Sí, lo es —suspiró sonoramente a lo que volteé a verlo —. ¿Así que nunca habías venido? — preguntó curioso.

—Nunca —retorcí un mechón de mi cabello con mis dedos —. ¿Tú sí?

—Sí, no a esta ciudad, pero sí al país —respondió y el auto se detuvo —.  ¿Cuánto es? — le preguntó al conductor.