La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]

Capítulo 24

Un rayo de sol se coló por la ventana dándonos la bienvenida a un nuevo día. Shawn se estiró un poco y colocó uno de sus brazos sobre mi cara. Bufando, lo quité y me di vuelta dándole la espalda para evitar que el sol me diera en la cara. Él se removió entre las sábanas y tomó mi cintura para pegarme a él.

-Buenos días -susurró en mi oído para luego besar mi cuello.

-Buenos días.

-No quiero levantarme -se quejó mientras sus dedos brindaban leves caricias sobre mi pierna-. Quiero estar aquí todo el día, así, sin movernos un centímetro -murmuró y bostezó.

- ¿No piensas desayunar, almorzar, tomar un café o cenar? - pregunté divertida.

-Tengo mis maneras de saciar el hambre -dijo largando una tierna carcajada.

-Cierra la boca -reí con él.

- ¿Has visto una erección matutina?

A penas son las diez de la mañana y ya estoy sonrojada.

-Duérmete, Shawn -lo reñí haciéndolo reír y pegarse más a mí-. Te voy a enterrar el codo en la panza.

-Malvada -dijo como niño pequeño y volvió a besar mi cuello una y otra vez-. No respondiste a mi pregunta.

-No he visto una, Shawn -mordí mi labio inferior.

- ¿Tienes los ojos abiertos?

-No, ¿debería? - pregunté confundida.

-No, sólo quería saber -dijo riendo -. ¿Sabes? - susurró en mi oído-. Amaría despertar así todas las mañanas.

Al escuchar sus palabras, mi corazón dio un vuelco y mi respiración se aceleró. ¿Podría sentir lo mismo que yo sentía por él?

-Es fue muy tierno -dije dándome la vuelta para quedar cara a cara.

Tenía el cabello revuelto dándole un toque perfecto a su hermoso rostro y sus labios estaban hinchados y rosados.

-Por fin te veo -dijo sonriente.

-Amaneciste de buenas, Mendes -comenté divertida. Él rió y me estrechó más contra su pecho-. De muy buenas.

-Son ataques de ternura, ¿a ti también te dan?

-No lo sé, pero me gusta que seas así-confesé.

-Es extraño, ¿no? - preguntó sonriente. Asentí -. ¿Salimos a desayunar?

-Creí que querías quedarte todo el día aquí -dije burlona.

-Si tú quieres -alzó los hombros-. Aunque, yo quería otra cosa.

- ¿Y qué quieres? - pregunté confundida. Arqueó una ceja y me miró coqueto-. Ni lo digas, cochino -dije haciéndolo reír.

-Desayunemos -dijo y besó mis labios con ternura-. En serio, ya me dio hambre y tú serás la que sufra las consecuencias -sonrió. Se puso de pie, frotó sus ojos y estiró sus brazos.

¡Dios, este hombre es todo un monumento!

- ¿Siempre piensas en lo mismo?

-Desde que te vi, sí -dijo sonriente-. A ti también te pasa -dijo alzando una ceja-. La pasaste de lo mejor el otro día -agregó por lo bajo-. Así que, ¿pedimos servicio al cuarto o salimos?

-Salgamos -dije parándome como un resorte. Shawn me sacó la lengua. ¡Qué infantil!-. Muérete -bromeé.

Debo buscar algo más para decirle, Muérete parece nuestro "siempre".