Desperté al escuchar un fuerte grito en el primer piso.- ¡Empieza a atender las órdenes! - gritó Shawn. La angustia se apoderó de mí y sentí mis ojos arder. Se estaba desquitando con alguien más por mi culpa -. ¡No quiero verte por aquí hasta que aprendas a hacer tu trabajo! -gritó nuevamente, pero esta vez se escuchaba más cerca a la habitación-. Ahora vete -dijo más calmado y entró de golpe a la habitación.
Al entrar, se quedó viéndome. Las lágrimas habían empezado a resbalar por mis mejillas, me sentía patética.
Shawn traía puestos sus típicos pantalones negros y una simple playera blanca, pero claro, es Shawn Mendes, se ve increíble. Tragó saliva sonoramente y desvió la mirada.
-Vine por algo, ya me retiro -me informó dirigiéndose al armario. Asentí sabiendo que ni me veía.
-Shawn... -susurré con voz temblorosa.
-Sí, lo sé. Perdona -volteó a verme-. Sé que te despertaron mis gritos, es que me pone los pelos de punta que la gente no haga bien su trabajo -se excusó.
-Sí, entiendo -dije secando mis lágrimas -. Igual ya debía despertar.
Asintió y siguió revolviendo un cajón-. Puedes bajar a desayunar cuando quieras -me informó -. ¡Aquí estabas! - exclamó cuando encontró su billetera-. Aaliyah vendrá en la tarde.
-Qué bien -dije sin ánimos. Shawn suspiró-. Y, ¿por qué?
-Mis padres deben ir a un pueblo cercano por un funeral y la niñera les ha fallado.
-Oh, lo siento.
-No era un pariente ni nada, es más por compromiso -explicó.
-Ah, claro.
-Debo bajar, tú baja cuando quieras, y cuando regrese de la oficina debemos hablar -dijo serio. Asentí-. Adiós -se despidió y salió.
Al levantarme lo primero que hice fue recargar mi espalda contra la pared y respirar hondo. Luego me di vuelta y apoyé mi frente.
- ¿Habría sido todo más fácil si me hubiera dejado desangrar ese día? -me pregunté fastidiada y dolida, y lloré de nuevo -. ¡No!, me prometí no volver a pensar en una estupidez como esa -me reprendí de inmediato -. ¡Malditos sentimientos! -exclamé dándole un puño a la pared.
Bajé a desayunar luego de ducharme y vestirme. Mi desayuno ya estaba listo.
-Buenos días, Vicky -me saludó Alice mientras colocaba flores en un jarrón.
-Hola, Al -respondí tratando de sonreír y me senté-. Gracias por el desayuno.
-Oh, no hay de qué, linda -respondió felizmente-. Debo retirarme, si necesitas algo, avísame -dijo antes de entrar a la cocina.
Ni si quiera pensé en preguntar a quién le había gritado Shawn. Desayuné en silencio, observando un punto fijo. Mis pensamientos iban a torturarme durante un largo tiempo. Shawn evadió mi confesión y me dejó sola, había huido frustrado. Me sentía humillada, me sentía ridícula al haberle confesado mis sentimientos.
Cuando terminé de desayunar, subí a mi habitación y busqué mi laptop. Luego bajé a la sala de estar y me senté en el gran sillón. Tenía varios mensajes de una que otra compañera de la escuela dándome su pésame por la muerte de mi padre, o sólo preguntando por qué había "desaparecido". Les di las gracias y les dije que explicaría luego mi desaparición. Vencida por el aburrimiento, terminé jugando online, y más tarde, busqué chismes de famosos. Así estuve toda la mañana.
Escuché la puerta cerrarse y pude divisar a Shawn cargando una pila de papeles. No le di importancia y volví mi vista hacia la pantalla, él bufó un par de veces y dejó los papeles sobre la mesa. Ya era medio día. Cerré la laptop y crucé mis brazos sobre mi pecho, observándolo. Shawn, al sentir mi mirada sobre él, volteó a verme.
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La Bella y la Bestia - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]
FanfictionQué feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría. Qué feo es intentar demostrarle tu amor y que te eche a patadas. Qué feo es que tú seas la presa indefensa de su mal temperamento y sus malas costumbres. Vivir con una bestia no es pa...