Por la noche, Valeria se dirigió a la casa de su tía Claudia y a pesar de que la joven se había prometido a sí misma no volver a aquella casa, no pudo evitar sentir curiosidad por saber lo que quería contarle su tía y en cuanto llamó al timbre, una señora de mediana edad con una melena corta y rubia y elegantemente vestida abrió la puerta y le dijo con una voz llena de falsedad:
-Me alegra mucho el que hayas podido venir Valeria.
Por suerte la joven sabía cuando su tía le mentía y ese era uno de esos momentos, pues las dos sabían perfectamente que Claudia nunca quiso a su sobrina pero como Valeria no quería discutir con ella, decidió seguirle el juego.
-Nunca me perdería una cena tuya por nada del mundo Claudia.
La tía de Valeria odiaba que le recordaran que tenía una sobrina y por eso la chica siempre procuraba no llamarla "tía Claudia".
A la vez que las dos mujeres se dirigían al comedor, Claudia no paraba de hablar de su hija Clara a quien adoraba más que a nadie en el mundo.
-...Y por si no te lo he contado Clara y Miguel nos acompañarán a la cena de esta noche.
Aquello le sentó como un jarro de agua fría pues desde los 15 años, Valeria siempre había estado enamorada de Miguel pero por culpa de las malas artes de su prima, Miguel acabó enamorándose de ella hasta tal punto que nada más acabar la universidad le pidió que se casara con él y no contenta con lo que había conseguido, Clara decidió invitar a Valeria sólo para hacerla sufrir.
En ese momento, sonó el timbre de la puerta y Claudia fue corriendo a abrir mientras su sobrina no paraba de pensar que aquella noche, el universo no iba a estar de su parte.
Durante la cena, madre e hija no paraban de hablar de lo bien que le iba a Clara con su vida de casada mientras Miguel no paraba de mirar de reojo a su prima política.
-No sabes cuánto siento que aún no te hayas casado Valeria- la dijo Clara con tono de burla- si tuvieras un marido podríamos hacer planes los cuatro juntos.
-Hija no seas mala, sabes muy bien que tu prima nunca tendrá un marido, ni hijos a los que poder consentir- puntualizó Claudia con crueldad.
Entonces Valeria lo comprendió todo, aquella mujer que se vio obligada a adoptarla cuando era pequeña sólo la había invitado para que ella y su hija se burlaran de ella y aunque en el fondo lo que más deseaba Valeria era escapar de allí sin mirar atrás y refugiarse en el lugar más inhóspito del mundo para que nadie la juzgara, sólo tuvo el valor de disculparse con los presentes diciéndoles que se iba a la cocina para fregar los platos.
En la cocina, la chica estaba tan sumergida en sus pesamientos que no se dio cuenta de que Miguel la estaba observando.
-Oh, me has asustado Miguel- respondió Valeria al verle apoyado en la jamba de la puerta cuando esta iba colocar uno de los platos limpios en el armario.
-Lo siento, no era mi intención- le contestó con voz cariñosa.
Una de las cosas por las que Valeria se enamoró perdidamente de Miguel fue su voz: era clara y poco profunda, aparte de ser un hombre de muy buen ver: era alto, con una media melena castaña oscura y los ojos castaños. Parecía sacado de una novela romántica, pero la chica sabía que aquello no podía ser, él estaba casado con su prima.
-Me gustaría pedirte perdón por lo que te han dicho Claudia y Clara, sé que no deberían hablarte así, además de decirte que me alegró mucho saber que ibas a venir a la cena, Clara no estaba del todo convencida.
-Pues ya ves que a veces puedo ser una caja de sorpresas.
Dicha respuesta hizo que tanto Valeria como Miguel rieran a carcajadas pero aquel momentono duró mucho ya que por desgracia, Clara, se había asomado a la cocina para ver lo que ocurría y de paso colocarse en medio de la pareja para lugo darle un sonoro beso a su marido y pedirle que la dejara a solas con su prima.
A pesar de su deseo por qué Miguel se quedara sabía que aquello no iba a ser posible, pues Clara le tenía muy bien domesticado y en cuanto el hombre se fue de la estancia, Clara se encaró con su prima y le cuestionó con una mueca burlona pero llena de rabia:
-¿Crees que no sé lo que intentas?
-No sé de qué me estás hablando Clara.
-Sabes muy bien de qué te estoy hablando prima, Miguel es MI marido y si no se fijó en ti cuando erais pequeños, dudo mucho que le puedes interesar ahora, sólo eres una perdedora que vive con su amigo gay en un pisito de Madrid y que nunca harás nada de provecho, ni siquiera has sido capaz de estudiar cocina.
Aquellas palabras provocaron que la chica sintiera un dolor tan profundo en su pecho que no pudo evitar que se le cayeran algunas lágrimas y Clara, no contenta con su amenaza le hizo una confesión que hizo que el mundo de Valeria se desvaneciera.
-Y otra cosa, Miguel y yo vamos a tener un hijo.
Al volver a casa, lo único que deseaba hacer Valeria era meterse en la cama, pero antes decidió cocinar un poco para poder relajarse y de paso conseguiría que David no se enfadase tanto con ella cuando le contase lo ocurrido en la cena además de decirle que aún seguía estando enamorada de Miguel a pesar de que iba a ser padre.
Cuando terminó de hacer su famosa tarta de chocolate con merengue de cereza sonó el timbre de la puerta y cuando vio que se trataba de Miguel empezó a asustarse de que también estuviera Clara y al ver su rostro, Miguel le explicó que Clara se había ido a casa.
-Entonces, por qué estás aquí?- le cuestionó Valeria queriendo saber el motivo por el que el hombre de sus sueños estaba en la puerta de su casa y no con su mujer.
De repente, Miguel se acercó a ella y al besó con urgencia. Sin duda ese beso había sido algo extraño, recordó que cuando era pequeña su madre le contó que cuando besas al amor de tu vida sientes mariposas en el estómago y cuando Miguel la besó no sintió nada pero antes de poder reprocharle Miguel se fue corriendo dejando sola a la chica, quien aún no había terminado de asimilar lo que había ocurrido aquel día: su mejor amigo la había apuntado al programa de Masterchef sin su permiso, su prima le había confesado que estaba embarazada del amor de su vida quien no sólo la había besado en la puerta de su casa sino que se había dado cuenta de que ya no sentía nada por él.
Al final, en cuanto David llegó al piso su amiga le contó todo lo ocurrido en la cena y lo más importante, que estaba dispuesta no sólo a entrar en Masterchef sino también a ganarlo.
ESTÁS LEYENDO
¡A la orden, chef!- #PGP2023 [TERMINADA]
RomanceValeria es una joven que a causa de su mejor amigo y compañero de piso, se ve obligada a participar en el concurso culinario más famoso del mundo, Masterchef, allí podrá dar rienda suelta a su pasión por la cocina ya que por culpa de su tía y su pri...