Rendirse no es una opción (parte 3)

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-Es una auténtica pena que ya no sigas en el concurso, Valeria- dijo Claudia a los dos minutos de sentarse a la mesa.

"Por favor, Señor, que esta cena acabe pronto".

Valeria no se atrevía a levantar la mirada de su plato porque era del todo consciente de que Miguel la miraba de reojo de vez en cuando, provocando que Clara fuera cada vez más consciente de lo que estaba haciendo su marido.

-Y...dinos Valeria- comenzó a decir Clara con un atisbo de enfado en su voz-. ¿Qué vas a hacer ahora que ya has terminado de estar en el programa?

-En realidad me falta la repesca- contestó rápidamente.

-¿Vas a ir?- cuestionó su tía sin dar crédito a lo que acababa de escuchar-. Si fuese tú no lo haría.

-¿Por qué no?- preguntó la chica levantando la cabeza confusa.

-Pues porque no ganarías- contestó tranquila-. Serías el hazmerreír.

-En realidad ya lo eres, prima- respondió Clara aguantándose la risa-. Mis amigas y yo hemos apostado que no ganarías el concurso.

-Tus amigas y tú os podéis meter vuestra apuesta por donde os quepa- dijo Miguel hablando por primera vez en toda la noche.

"¿Y este de qué va?"

-¿Cómo dices, cariño?- preguntó Clara extrañada por como le acababa de hablar su marido.

-Digo que tanto tú como tu madre sois un par de arpías que sólo sabéis hacer daño a otros.

-¡¿Qué nos has llamado?!- chilló Claudia llevándose una mano al pecho.

-Creo que deberíamos calmarnos- apuntó Valeria con calma-. Esto no es bueno para el bebé.

Todos, salvo Clara, se giraron a ver a la chica mirándola como si le hubiese salido una tercera cabeza.

-¿De qué bebé estás hablando?- preguntó Miguel extrañado-. Estás...

-¡No!- exclamó-. Clara...

Pero al ver la expresión de su prima, se percató de que aquella noche, cuando le dijo que ella y Miguel iban a ser padres era mentira y que el motivo por el que lo había hecho era porque su odio hacia a su prima era tan extremo, que lo único que quería era hundirla en la más profunda de las miserias.

-Era mentira, ¿no?

Entonces Clara, miró primero a su madre y luego a Miguel, quien la miraba como si no la reconociera, por lo que al ver que el chico comenzaba a alejarse de ella, Clara se abalanzó sobre él.

-Lo hice porque te quiero, Miguel. Te juro que lo hice por amor- explicó la chica comenzando a sollozar.

-Clara- llamó Miguel-. Tú nunca has sabido querer a nadie y ahora que acabo de ver cómo eres en realidad pienso pedirte el divorcio porque no quiero volver a verte nunca más.

Tras decir aquello, Clara comenzó a llorar amargamente mientras que Miguel salía de la casa.

-Quiero que te vayas ahora mismo y no vuelvas jamás maldita mocosa- ordenó Claudia levantándose de la mesa para encarar a su sobrina.

-¿Sabes, Claudia?- preguntó la chica con una sonrisa-. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Nunca has querido cuidarme y lo cierto es que ya estoy más que cansada de buscar tu cariño.

Tras decir aquello, Valeria dejó solas a Claudia y a Clara para dirigirse a su casa, pero tras salir del portal, alguien le sujetó del brazo y al girar la cabeza se dio cuenta de que se trataba de Miguel.

-Creía que ya te habías ido a tu casa- dijo Valeria con seriedad.

-He querido esperarte para decirte que nunca dejaba de verte en el programa, y a parte de que aquello enfadaba cada vez más a Clara yo me estaba dando cuenta de una cosa.

-¿De qué?

-Que sin duda eres una persona extraordinaria y que lo que más deseo es comenzar una nueva aventura contigo- le confesó antes de acercarse para besarla.

-No- dijo la chica impidiendo el beso.

-¿Qué?

-Escucha Miguel, yo te quería. Y aunque tú ya lo sabías, decidiste quedarte con Clara y me da igual si te vas a divorciar de ella. Yo no pienso se el segundo plato de nadie.

Tras confesarle todo lo que pensaba de él, Valeria se dirigió hacia su casa dejando atrás tanto a Miguel como a su pasado.

-¡David!- llamó la chica con alegría-. Ya he vuelto. He mandado a Clara, a Claudia y a Miguel a hacer puñetas.

-Me alegro mucho, amiga mía- dijo David recibiéndola con un abrazo en cuanto entró en la casa-. Por cierto, te tengo una gran sorpresa,

-¿Qué es?- preguntó con interés.

-Te han llamado del programa para ir a la repesca y les he dicho que irás- contestó David con una sonrisa.

De repente, el chico fue envuelto por los brazos de su amiga a la vez que esta le daba las gracias por lo que acababa de hacer.

"Ahora voy a darlo todo".

¡A la orden, chef!- #PGP2023 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora