Postres y ¿una cita? (parte 2)

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Nada más salir de la casa, Valeria se quedó de piedra al ver que la persona que se encontraba esperándola tras la verja de la casa era ni más ni menos que Jordi Cruz, el cual la miraba con una sonrisa amable.

-Hola Valeria- saludó el joven chef.

-Hola- contestó la chica sin saber qué más decirle.

Jordi se fijó en que la joven se sentía un poco coartada ante su presencia, algo que a él le resultó un tanto tierno.

-¿Necesitas algo?- preguntó Valeria al ver que Jordi no le explicaba el motivo de su visita.

-Es que necesito hablar contigo de una cosa.

-¿De qué?

Ante aquella pregunta, Jordi no supo cómo responderle, así que tras respirar profundamente le expuso lo siguiente:

-Quería preguntarte si querías venir conmigo a un nuevo restaurante que han abierto cerca de aquí.

Sin duda aquello sorprendió bastante a la chica. Aquel chef por el que desde hacía años había sentido respeto y admiración y que por alguna extraña razón cada vez que le miraba hacía que su estómago se volviera del revés, le estaba invitando a ir a comer con él como si aquello fuera una especie de cita.

-Aunque si no te apetece venir lo entenderé- dijo Jordi al ver que Valeria no le contestaba.

-Si...quiero decir... me apetece ir a ese restaurante- soltó Valeria sin poder evitar el ponerse nerviosa.

Ante aquella reacción de sorpresa, Jordi le sonrió con ternura. Se notaba a la legua que Valeria no había tenido nunca una cita, pero el chef estaba dispuesto a que aquella salida fuera la primera de muchas.

Lo cierto era que el restaurante al que habían ido a comer no era muy ostentoso pero tampoco muy simple y el personal estaba encantado de servir a un gran chef como Jordi, aunque lo que más alivió a la chica fue el hecho de que ninguno de los trabajadores del local la miraba con extrañeza o sorpresa por estar a solas con uno de los jueces del concurso.

Otra cosa que llamó mucho la atención de Valeria fue la fusión que había en la gastronomía de dos países tan diferentes y que cuyas elaboraciones a simple vista podrían no tener nada en común pero que al degustarlas sentías cómo las papilas gustativas transmitían estímulos positivos al cerebro.

-¿Te está gustando el sitio?- preguntó Jordi.

-La verdad es que sí, la comida está deliciosa y la decoración es preciosa- contestó la joven admirando el lugar con más detenimiento.

-¿También te gustaría aprender a elaborar estos platos?

-Claro. Pero preferiría hacerlo junto con mis compañeros- explicó Valeria intentando evitar que el chef se sintiera ofendido.

Pero a Jordi aquello le pareció más bien noble ya que se acababa de dar cuenta que Valeria no pretendía ser una oportunista, sino que quería ganar el concurso or sus propios méritos y eso la honraba enormemente.

Al salir del local, Valeria y Jordi se dirigieron de nuevo hacia la casa y de camino la chica ya comenzó a sentirse más cómoda al lado de su ídolo.

-Me gustaría saber algo más sobre ti- dijo el chico.

-¿Como qué?- preguntó Valeria un tanto curiosa.

-Pues si tienes familia, un novio, cosas así.

No sabía por donde empezar, nunca antes había tenido que contar esa parte de su vida antes de conocer a David ya que Valeria temía que si alguien descubría cómo era su vida antes de entrar en Masterchef, todos comenzarían a mirarla con pena.

-Pues vivo con un amigo de la universidad. Se llama David.

-¿Y sois muy amigos?- cuestionó un tanto serio.

-Sí, pero más que un amigo es como mi hermano mayor, siempre ha cuidado de mí- explicó con nostalgia.

-¿Y tus padres?

-Murieron- respondió Valeria con la voz rota-, yo era muy pequeña cuando ocurrió.

Entonces Jordi se sintió mal por haberle preguntado aquello, pues él a pesar de no tener padre, aún seguía teniendo a su madre y a sus hermanos.

-Lo siento mucho- fue lo único que podía decir.

-No pasa nada ya ni me acuerdo.

En realidad era todo lo contrario pues Valeria aún recordaba cómo le comunicaron que sus padres habían muerto en un accidente de coche y toda su vida comenzó a desmoronarse por completo.

-Estoy seguro de que estarían muy orgullosos de tí- respondió el chef con intención de animarla.

-Gracias, lo cierto es que me gusta pensar que es así.

A pesar de que Jordi deseaba poder hablar durante más tiempo con la chica no se dio cuenta que ya se encontraban enfrente de la casa.

-Te agradezco mucho el que me hayas llevado a ese nuevo restaurante, estaba todo muy rico- dijo con una sonrisa.

-No tienes que agradecerme nada. En realidad debo ser yo quien te agradezca el que aceptaras acompañarme.

-¿Y eso? Podrías haber invitado a cualquier otro concursante- respondió Valeria aún extrañada por lo vivido aquella tarde.

-Porque tú eres mejor compañía- explicó sin pudor.

Entonces Valeria notó como sus mejillas se tornaban en color rojo y para evitar que el chico se percatara de ello agachó la cabeza.

-No creo que lo sea.

Jordi, para demostrar que lo que decía iba en serio, levantó el rostro de la chica con delicadeza para que esta no pudiera apartar la vista de él.

-Esta tarde ha sido sin lugar a dudas la más bonita de mi vida y todo ha sido porque has estado conmigo.

Valeria no sabía si aquello que acababa de vivido era una cita, pero al oír aquellas palabras deseó desde lo más profundo de su corazón que así fuera.

P.D: Feliz Navidad.


¡A la orden, chef!- #PGP2023 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora