Comienza la aventura Masterchef

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Unos días después de lo ocurrido, Valeria empezó a "entrenarse" cocinando para poder entrar en el programa, por suerte para ella David no paraba de darle ánimos, incluso la acompañaba a todas las pruebas que debía realizar para poder llegar a la ronda final que se daría en la Plaza de Oriente.

Tras haber superado todas las pruebas con creces por fin llegó el gran día en el cual tanto Valeria como David se levantaron muy temprano para dirigirse a la plaza donde nada más llegar se vieron obligados a separarse, pues David tenía que quedarse detrás de las vallas junto con el resto de familiares y amigos mientras que Valeria se dirigió hacia las mesas donde tenía que emplatar su plato que había tenido que hacer en casa. Estaba tan nerviosa que ni se fijó en que una persona se había colocado a su lado, un chica menuda con un peinado punky y dos piercings en el labio inferior.

-Hola- le saludó la chica con una alegre sonrisa.

-Hola- respondió Valeria de igual manera.

-Me llamo Catalina, pero prefiero que me llamen Kat- se presentó la chica.

-Encantada, yo soy Valeria.

Las dos chicas congeniaron enseguida, Kat le contó a su nueva amiga que era youtuber, pero no una youtuber cualquiera era LA youtuber repostera y que lo que más le gustaba hacer era subir videos sobre cómo preparaba tartas, pasteles, bizcochos...

Ambas estaban tan contentas de haberse conocido que los nervios que tenía Valeria desaparecieron hasta que los jueces y Eva subieron al escenario para explicar en qué trataba la última fase antes de poder ser elegidos para entrar en Masterchef.

Tras dar las indicaciones, Valeria y Kat comenzaron a emplatar sus elaboraciones: unas hortalizas al horno con tomillo y perejil y un riñón de ternera lechal asado respectivamente.

Al acabarse el tiempo Pepe les pidió a los catadores que fueran a las mesas para dar sus valoraciones a los platos de los concursantes y cuando estos terminaron fueron a darles las puntuaciones a los jueces y mientras las revisaban, Valeria y Kat se miraron para darse suerte mutuamente.

Entonces los jueces cogieron las cucharas de madera y se acercaron a las mesas para entregarlas a los aspirantes. Valeria no tenía muchas esperanzas de que los jueces se acercaran para probar su plato pero eso cambió cuando vio que Jordi, el más joven de de los jueces se acercaba con pasos decisivos hacia su mesa, primero cató el plato de Kat, a quien se le notaba a la legua  lo nerviosa que estaba aunque ella intentaba no dar esa impresión. Al terminar de probar la elaboración Jordi le sonrió y le entregó la cuchara y ella, muy feliz, abrazó a Valeria y fue corriendo hacia donde estaba su familia.

Valeria estaba tan feliz por su amiga que no fijó en que Jordi estaba frente a ella y le preguntó:

-¿Sois amigas?

La chica estaba tan nerviosa que no pudo evitar balbucear mientras le respondía:

-Nos a-acabamos de co-conocer y me si-siento fe-feliz porque haya entrado.

Jordi posó su vista hacia el plato de Valeria y lo probó y con un semblante serio le dijo:

-¿Sabes por qué he catado tu plato?

-No.

-Porque me pareció muy extraño que te hubieran dado una puntuación tan alta.

Aquella respuesta la tomó por sorpresa, sí que era cierto que su plato estaba rico y que había procurado hacerlo estéticamente bonito pero jamás se le había pasado por la cabeza que fuera tan espectacular.

En ese momento Jordi le sonrió y le dio la cuchara a la vez que le decía:

-Enhorabuena Valeria.

La joven estaba tan flipada que sólo pudo abrazar muy fuerte al chef mientras se le saltaban las lágrimas.

-Gracias, gracias.

Kat, que había visto lo ocurrido se lanzó hacia Valeria y la abrazó muy fuerte a la vez que se ponían a gritar y a reír mientras Jordi volvía con sus compañeros.

Después de ser felicitada por su nueva amiga, Valeria corrió hacia donde estaba David quien la recibió con los brazos abiertos y la levantó del suelo con alegría.

-Sabía que ibas a entrar Val, eres la mejor.

-Muchas gracias por haberme apuntado amigo.

-Ahora sólo queda que ganes y quien sabe, a lo mejor logras conquistar el corazón de Jordi- le dijo David con una sonrisa traviesa.

-¿Qué?, no digas tonterías por favor- lo regañó con un ápice de vergüenza.

-He visto cómo te miraba- confesó el chico.

Valeria sólo pudo reír ante la ocurrencia de su mejor amigo, pero hubo algo que le provocó que dejara de sentirse feliz y era el hecho de que alguien la estaba observando y no se equivocaba, pues cuando la chica se giró vio que un chico la miraba con recelo: era alto, rubio y con ojos azules y para desgracia de Valeria, ese chico también tenía una cuchara de madera como la suya.

¡A la orden, chef!- #PGP2023 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora