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Primera vez.
Una fuerte tormenta tomaba lugar en Los Angeles. Me encontraba apreciando como caía la lluvia a través de la ventana, mientras me abrazaba yo misma, un poco extrañada con que la temperatura este algo baja en esta época del año.
Oigo pasos y antes de girarme ya tengo las manos de Tom sobre mis brazos y sus labios dejando un suave beso en mi hombro derecho. Su tacto se siente helado por la ducha que acababa de tomar, solía bañarse con el agua congelada.
—¿Tienes frío? —Pregunta envolviéndome en un abrazo.
—¿Si digo que no, me soltaras?
Apoyo mi cabeza hacia atrás para tener una mejor vista de su perfil, una sonrisa extendiéndose por su lindo rostro.
—Es muy probable... —sus manos bajan a mi cintura y en un pestañar estoy de frente a él, con sus labios casi rozando los míos— ...que no.
No pude evitar quedarme embobada con la bella vista que me brindaba. Por si no era algo ya obvio, estoy que boto la baba por este chico. Tom y yo ya llevábamos medio año juntos y habían sido los mejores meses de mi vida. Este chico sin duda era un sueño.
Ayer nos vimos después de estar tres semanas separados, Tom aquí por cuestiones de trabajo y yo en Londres. Aproveche que tenia vacaciones de la universidad y vine a que pasemos estos días juntos descansando. No podia imaginarme nada mejor que pasar el verano con mi novio en California. Teníamos un millón de planes pero la mayoría de ellos implicaban sol y caminata, cosas que no tendríamos en las próximas cinco horas según las noticias.
Aunque mentiría si decía que quedarme todo el día escuchando la lluvia caer, acurrucada con él no sonaba terriblemente bien. Y mientras lo besaba confirme que en verdad no importaba que estuviéramos haciendo siempre y cuando lo estuviéramos haciendo juntos.
—Como la lluvia no tiene intención de parar, ¿que te parece si pedimos algo de comer y vemos una película? Puede ser una de esas viejas y románticas que tanto de gustan —Sugiere mientras besa mi mejilla, sus manos en ambos lados de mi cuello.
—Parece un buen plan.
—¿O prefieres que nos acostemos un rato? Mira que dormir con este clima —Y de repente me acuerdo de algo que me dijo cuando nos levantamos esta mañana.
—¡Tom! No me has dicho que fue lo que te soñaste.
Cuando nos levantamos me dijo que había tenido un sueño interesante y que yo había sido la protagonista, pero no había querido decirme de que se trataba... aunque yo ya tenia una idea.
El se ríe un poco y echa la cabeza hacía atrás: —¿Otra vez, nena?
—Es que tu no me dices —Digo obvia.
—¿Por que eres tan curiosa? Te dije que fue un sueño y ya.
Yo ruedo los ojos para luego hacer un puchero.
—No, no me hagas esa cara. No voy a caer esta vez —Se aleja un paso de mi negando.
—Eres insoportable.
Me quejo y camino a la cocina de la suit en la que nos encontrábamos. Escucho su risa y supongo que no me sigue por que se queda buscando que vamos a ver. Cuando hago mi camino de vuelta tomando un vaso de agua voy pensando como hacer que él me cuente que soñó.
Entonces pienso en utilizar todos mis recursos. Él está acomodado en una orilla del sofá frente a la cama matrimonial, con el control remoto en una mano y la otra se la pasa repetidamente tratando de secar su pelo todavía húmedo. Dejo mi bebida en la mesa para instantes después sentarme sobre él, alzando un poco el pequeño vestido lencero que vestía para acomodarme a horcajadas. Su mano va instantáneamente hasta mi pierna mientras su otro brazo reposaba sobre la espalda del mueble.
