Secreto.
Hailey x Toni💕Bajo las escaleras en busca de comida. Eran las diez de la noche y acababa de tomar una ducha luego de terminar mi rutina de ejercicios más tarde de lo acostumbrado. Termino de colocarme la camiseta de Ositos Cariñositos que conformaba mi pijama junto a unos shorts peluditos, no me juzguen, era la pijama de cuando hacia mucho frío como hoy.
Abro el refrigerador y visualizo un pie de mango que era le favorito de Norberto. Y aunque se que es el último pedazo que queda, sonrío y lo saco. Tomo una cuchara y destapo una limonada natural. Me siento en el desayunador lista para devorarlo todo.
De repente la puerta de la entrada suena y supongo que Norberto llegó. Vivía con mi hermano desde hace unos meses cuando recibí una beca para venir a estudiar a España. Él se negó rotundamente a que yo me mudara sola y me ofreció su casa a la que ahora llamábamos hogar. En realidad, siempre espere que lo hiciera, nuestra relación era excelente.
—Estamos en casa —Grita desde la sala.
Me atrabanco con el trozo que tenia en la boca y me paro rápido de la silla. ¿Estamos? Eso solo significa una cosa: Antoine venia con él... y yo me encontraba con una pijama de niña de cinco años, con mis rizos hechos un desastre y sin una gota de maquillaje. No es así como esperas que te vea tu crush. Maldigo por lo bajo, es imposible salir de la cocina sin pasar por la sala.
Estoy a punto de esconderme detrás de la alacena pero ya es muy tarde, ambos están en la cocina.
—Hola, hermanita —Me saluda Neto besando mi frente. No nos habíamos visto en todo el día.
—Hola... —Musito mientras me recuesto del desayunador para no mostrar mucho de mi nada cautivador outfit; cosa que no funciona mucho, por que veo como Antoine me mira disimuladamente mientras falla reprimiendo una sonrisita.
—Hola, beauté —Dice el francés sin mirarme, queriendo hacerlo parecer un saludo desinteresado.
—Antoine Griezmann, te he dicho que no coquetees con mi hermana —Se queja mi hermano.
Él en cambio rueda los ojos y va en busca de una botella de agua, lo regaño con la mirada cuando pasa frente a mi.
—¿Ese es mi pie? —Pregunta Norberto completamente consternado.
—Quizás... —Sonrio con inocencia.
—No me comes a mi por que no me dejo, niña —Reclama—. Me ire a duchar, Antoine puedes acomodarte en la habitación de huéspedes si quieres —Mis ojos se abren como platos cuando lo escucho.
—¿Que? ¿Él dormirá aquí? —Exclamo y ambos me miran con el ceño fruncido.
—¿Hay algún problema? ¿Te molesta? —Pregunta Neto mirándome confundido por mi reacción.
—No, no, para nada. Solo es... que... ya sabes... tenían que avisar, así les hacia de cenar o algo así.
Trato de arreglarlo. Sería la noche mas larga de mi vida si tengo a Neto y Antoine en la misma casa, sobre todo conociendo al último mencionado.
—Lo siento, se que debí avisar pero fue un imprevisto. Además, no te preocupes, ya cenamos —Responde y antes de llegar a la puerta se devuelve—. Y me llevo esto, ladrona de pies.
Sale de la cocina metiéndose casi todo el pedazo en la boca.
Antoine no pierde tiempo y luego de asegurarse de que mi hermano subió las escaleras tengo sus brazos apretándome en un fuerte abrazo y su cara escondida en mi cuello.