Smut⚠️
Soldado del Invierno.
Anne x Sebastian💕
Saludo a mis amigos mientras me los voy encontrado cuando camino a encontrar a Sebastian. Iba a darle una sorpresa en el set de IW. En dos minutos estoy en mi destino.
—Hola, hola —Saludo feliz abriendo la puerta de su camerino.
—Muñeca, hey —Dice mi novio con una gran sonrisa. Cierro la puerta detrás de mi y cuando logro identificarlo me quedo asombrada con la vista.
No es Sebastian. Es Bucky. Tenía a James Buchanan Barnes frente a mi.
Lo escucho llamarme pero me distraigo en observarlo con atención. Su traje tan ajustado en sus grandes muslos, su pelo largo suelto, las botas de militar que lo hacían lucir tan masculino. Un millón de pensamientos llegaron a mi, ninguno de ellos aptos para ser dichos en una iglesia. ¿Era raro que tuviera aquella fantasía?
—Amor... —Logro decir con una gran sonrisa. Que me perdonara Dios por lo que estaba planeando hacer.
—¿Como estas, bebe? —Pregunta mientras me abraza fuerte y besa mis labios rápidamente.
Sonrío mordiendo mi labio inferior. ¿De verdad acababa de besar al Soldado del Invierno?
—Eres Bucky —Musito sin despegarme de él y con una cara que delataba lo encantada que estaba de verlo vestido así.
Sebastian solo ríe cuando comienza a entender lo que pasaba. En serio me encontraba disfrutando cada segundo de esto.
—El mismo —Dice sonriendo.
—Mira tu pelo —Wow. Toco su cabellera suavemente con miedo de dañar el maravilloso trabajo que habían hecho cambiando a mi novio en toda una nueva persona. Una muy sexy, para ser honestos.
—Llegas en el momento indicado, acabo de terminar mi escena y no me toca más hasta dentro de como —mira su reloj— hora y media. ¿Quieres algo de beber?
Se mueve para ir al pequeño refrigerador en su camión-camerino. No pierdo de vista ninguno de sus movimientos.
—No, estoy bien —Aunque tal vez tenga la garganta algo seca.
Él asiente y se sienta en el sofá. Sus manos van a sus botas y me doy cuenta de lo próximo que va a hacer.
—¡No!
Detiene sus movimientos con el ceño fruncido.
—¿Qué? Solo me quitare las botas —Dice confundido pero riendo.
Lo miro unos segundos y entonces no me resisto: —¿Te puedo confesar algo?
Sebastian alza una ceja y se pone recto en el sofá, haciéndome saber que está listo para lo que sea que vaya a decir ahora.
—Siempre he querido saber... —Camino hasta donde él está y se pone de pie cuando me quedo parada frente a él. Llevo mis manos hasta las suyas y las coloco en mi cintura— que se siente... —mis ojos buscan los suyos y no hay ningún tipo de vergüenza en mi cuerpo cuando le digo— follarse al Soldado del Invierno.
Los ojos de Sebastian parecen brillar cuando escucha mis palabras. Una sonrisa maliciosa curva la comisura de sus labios.
—Uh, me gusta a donde va la conversación.
—¿Serías tan amable de por favor... ayudarme?
Lo siguiente son sus fuertes manos tomando posesión, una aprieta mi cintura y la otra ahueca mi mejilla derecha. Me gira rápido y me encuentro entre la puerta del pequeño baño y su gran cuerpo.
