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Secreto

Tras un tiempo de búsqueda, consiguió otro trabajo. Era una cafetería con temáticas, donde las meseras se disfrazaban de todo tipo de cosas.

Cassie era bonita y la habían contratado por eso. Ella podría atraer clientes fácil.

Tenía nuevas compañeras y la carga horaria no era mucha. No parecía ser un mal lugar tampoco. Definitivamente, mucha mejor opción que su primer empleo.

Desde entonces, lo único que hacía era ir a clases, trabajar y volver a dormir. Su vida era aburrida y gris. Lo peor de todo es que ella me reprimía tanto como podía. Ella quería ocultarme, no quería que nadie se enterara de mu existencia.

Trabajo unos meses y ahorró mucho dinero. Fue capas de comprarse un móvil e incluso darse algún que otro gusto.

La señora Helen solía ir a verla cada tanto con alguna excusa estúpida como que necesitaba ayuda con algún foco o algo similar, solo para ver si andaba bien.

Cassie estaba agradecida con la mujer que se preocupaba por ella a pesar de no tener obligación alguna de hacerlo. Sin embargo, la escasa compañía de Helen no llenaba el vacío en su vida.

Cassie solo se tenía a sí misma, porque a mi no me consideraba buena compañía. Ni siquiera me hablaba. Yo era un simple secreto bien guardado, del que ni siquiera ella se atrevía a hablar.

El diario de RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora