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Sorpresa

Yo me quede de piedra, secundando a mi otro yo. Y es que no era para menos, pues delante nuestro estaba Lucian.

Ella estaba sorprendida, algo aterrada y con muchas ganas de huir. Yo, por mí parte, disfrutaba de verlo. Cada parte de él que había cambiado con el paso de los años.

Pude sentir como se reavivaba la llama en nuestro corazón. Ella estaba contenta de verlo y, aunque tenía miedo de como él llegara a reaccionar, no podía evitar sentir algunas mariposas en el estómago.

Haberlo visto en la tienda y que después nos llevará a cenar con él fue, sin duda, lo mejor que había ocurrido desde hacía mucho tiempo.

Lo que más nos impactó fue escucharlo decir que, aunque lo intentó, no pudo ni puede odiarnos.

Flechazo.

Scott, ¿Quién te conoce?

El diario de RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora