El diario de Raven

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Hola, Raven.

Se que esto ya no tiene sentido, pero quiero hacerlo. Quiero cerrar este ciclo de mi vida y avanzar.

He leído tu diario al menos unas tres veces, con tanto detenimiento que te sorprendería. He descubierto muchas cosas en el trayecto y he comprendido muchas otras a través de cada página. Quizá sea por eso que quiero escribir la última por tí.

Durante todos estos años, creí ciegamente que lo único que buscabas era hacer daño a los demás. Jamás me frené a pensar, a escucharte, a entenderte, a verte y, en cambio, tu siempre estuviste a mi lado, atada a mi, llevando mi peso, mi dolor, mi rencor. Siempre tuviste la fuerza que yo no y siempre me protegiste, me cuidaste, velaste por que estuviera bien, incluso cuando yo te negaba todo.

Esa fue una de las cosas que aprendí en estas páginas. Aprendí que, a pesar de que lo negabas, a pesar de que decías odiarme tanto, me amabas a tu manera. Tu forma de expresar tu visión sobre mi entorno, era tu forma de demostrar lo mucho que te importaba.

Incluso te gustaba Lucian, porque sabias que él no nos lastimaría. Sabias que él nos aceptaba, me aceptaba contigo y todo. Odiaste a Scott desde el principio, porque yo odiaba a los psicólogos.

Odiabas todo lo que me hacía mal, detestabas que fuera débil y huyera.

Eras como un escudo y yo nunca supe agradecerlo. Nunca te di las gracias por salvarme, por ayudarme, por darme espacio cuando lo necesite, por darme tiempo y esperar a que me decidiera a afrontar toda la realidad.

Aprendí tanto de tí que me arrepentí de ser una cobarde y haberme comportado como lo hice.

Sé que en realidad no te iras del todo, siempre estarás presente en mí corazón, porque no sólo eres mi oscuridad, sino que también eres mi amor propio.

Tras leer la última página que escribiste, a la que dedicaste unas palabras para mí, fui capaz de comprender todo con claridad.

"Nunca dejes que la luz te abandone, nunca dejes de creer en ti misma, nunca dejes de brillar, porque tu eres tu propia estrella"

Hasta en los últimos momentos pensaste en mí, hasta en el final quisiste dejarme una enseñanza.

Escribo esto con lágrimas en mis ojos, llena de agradecimiento y con una sensación de paz interior que me agrada.

A partir de ahora, seguiré mi camino y cumpliré mis sueños. Caminaré junto a mis amigos, tomada de la mano del hombre que amo, con tus palabras siempre presentes en mi corazón.

Se acabó.

Esta es la página final.

Este fue "El Diario de Raven".

FIN

***

Gracias por seguir esta historia, por acompañar a Raven hasta el final, por haberse atrevido a leerlo a pesar de las advertencias.

Espero les haya gustado! Un abrazo y nos leemos pronto.