El diario de Raven

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Fastidio

Y volvió.

El maldito se atrevió a volver.

Se presentó como Scott e instó a Cassie a decirle su nombre. Ella no quiso. No confiaba en él y yo tampoco.

—Si no quieres decirmelo, está bien... te llamaré Raven...

Él no me daba buena espina.

—¡No!—gritó Cassie—¡No me llames así!

Y eso me ofendió.

Para empezar, ella me dio este nombre. Su inconsciente me llamaba Raven todo el tiempo.

Pensé en dejarlo pasar, pero no.

Salí a la luz, obligando a Cassie a ir un rato a la oscuridad.

Vi como la mirada del tipejo fastidioso se tornaba más seria.

—Tu no eres ella. —dijo y me miró serio.

—¿Quién eres y qué quieres?

Me daba fastidio tener que entablar conversación con él, pero necesitaba saber si era un peligro o no para ambas.

—Soy Scott Green, psicólogo ayudante del doctor Müller.

Oh no... El doctor Müller fue el psicólogo que atendió a Cassie de pequeña. Uno de los que la abandonó y dejó a su suerte, porque no querían tomarse la molestia de "curarla". Yo lo agradecí, pero Cassie solo consiguió desarrollar una especie de rechazo hacia ellos.

—Se que sabes quien es, por eso te lo mencioné. Voy a aclarar que no tengo intenciones de lastimar a Cassie, solo quiero ayudarla.

—Si no tienes intenciones de lastimarla, aléjate de ella.

Mi mirada desprendía odio y desagrado. Odio a los pretenciosos.

—No, ella me parece alguien interesante y no lo digo como psicólogo sino como hombre.

—¿Qué quieres lograr?

—Ser su amigo.

—Jamás. Vete. No te quiero cerca nuestro.

—Ella no se va a enterar sobre mi profesión... Déjame intentarlo.

Que fastidio. Él la iba a lastimar, eso era seguro. Lo pensé bien durante un minuto y, al final, decidí dejarlo hacer lo que quisiera, ya que tarde o temprano la verdad sale a la luz.

—Vete. Cuando ella regrese, no quiero verte aquí. Recuerda que yo lo veo todo.

Él sonrió.

Luego de eso, intente decirle quien era y no quiso oirme.