No puedo vivir sin ti.

¡Sorpresa!

Sokka.

Estaba tan furioso y agarraba a Ikari por los hombros encajndole las yemas de los dedos.

—Tu provocaste todo esto— le replique apretando la mandíbula dejando de sentir mis dedos por la presión.

—Y me alegra haberlo hecho, así tendrás más tiempo para alguien como yo.

—¡No necesito a alguien como tú!

—Oye, tranquilo amor...

—¡No me llames así!— de la rabia la aventé al suelo pero ella con un movimiento rápido de pies y manos volvió a levantarse. Era una maestra tierra.
Levanté mi puño hasta que.

—¡Basta!— alguien agarró mi puño por ensima de mi hombro lo cual hizo que una corriente recorriera mi columna. Me di la vuelta encontrándome a una inexpresiva Toph —y tú, vete— apuntó hacia Ikari que miraba todo con una cara furiosa.

—Regresare— fue lo último que dijo antes de salir de la escena.

No sabía que decir ¿Debía disculparme? ¿Debía agradecerle? Creo que eso hare.

—Gracias por detenerme antes de hacer algo impulsivo— le hable con sinceridad dándole una de mis mejores sonrisas de disculpas. En estas ocasiones, odio que no pueda ver.

—Me dijeron que habías ido a buscarme, que quieres.

—Ammm en dos días Aang quiere darle un regalo a Katara y ¿quiere saber si nos puedes ayudar?— dije rascandome la nuca.

—¿De que se trata?— se cruzo de brazos haciendo levantar una roca ancha para que nos sentemos.

—Veras, Aang ya quiere empezar a tener hijos, pero dice que Ciudad República es muy peligrosa y pueden estar acechados fácilmente, así es que su plan es hacer un templo del aire sobre una isla algunos kilómetros de aquí, sobre el mar y necesita tu ayuda con la edificación— me quedé callado mirando mis pies tratando de no avalanzarme sobre Toph rogándole que me disculpe.

—Y ¿Cuándo sería eso?

—En dos días más.

—No puedo— solo por un momento, logré ver desepcion en sus ojos para volver a estar indescriptibles.

—¿Por qué no?

—Tengo asuntos policiales muy importantes ese día

—¡Que es más importante que tus amigos!

—¡No te puedo decir es una misión secreta!

—A caso, ¿A caso es por qué estoy yo en el equipo? ¿Es por que no quieres verme?— empecé a titubear, Toph siempre a tenido ese control de mi.

—Sabes que no es eso— su rostro cambio a uno triste — es una situacion urgente ese día, será mejor que suspendan su actividad para otro día, podemos estar en peligro.

—¿Por qué?— la escuché suspirar pesadamente.

—Llego una amenaza de una sociedad llamada "el grupo K". Dice que detonaran una bomba, solo que no sé dónde y estoy estresada por eso, ya capturamos a 2 de ellos pero no nos quieren decir nada.

—Quizá pueda ayudarlos.

—No. Este es un trabajo que debo hacer yo y dile a pies ligeros que suspenda su torre, tal vez dentro de una semana estará bien otra vez. Debo irme— se puso de pie extendiéndome la mano para una despedida de mano.

—Hasta luego— le voltie la mano y le besé los nudillos a lo cual ella se puso roja y retiro su mano para irse caminando más rápido. ¿Una bomba? Esto es algo grave, y algo tampoco cuadra aquí.