Dato del libro: las personas de aquí, saben sobre Azula y sus maldades, solo que ahora todos la creen muerta.
Listo, sigan leyendo...
________Katara.
—¡Todos, calmense, por favor!— gritaba intentando calmar a la muchedumbre enojada.
Después de estar 10 minutos aquí, toda la gente quería volver a sus casas, sé que debe ser difícil perder un lugar preciado.
Pero a fin de cuentas, solo son cosas materiales y se recupera. Aparte de que no los podemos dejar ir ahora, sé que Aang y Toph están peleando allá afuera, y estas personas solo estorbarían.—¡Por favor escuchen!— igualmente me ayudaba Sokka. Estábamos arriba de la roca donde Sokka me gritó hace unos momentos.
Algunos de la comisaría y otros maestros, ayudaban a que las personas no se fueran, pero igualmente habían maestros entre la muchedumbre y contrarrestaban a los nuestros.
Me sentía impotente, sabiendo que no podíamos hacer nada al respecto de la mini-pelea que se ocasionaba entre la misma gente.
—Tranquila, haremos que las personas se calmen de alguna u otra forma— me sonrió Sokka para calmarme. Le devolví la sonrisa ya más tranquila mirando al frente con determinación.
—¿Estilo Soka?
—¡Al estilo Soka!— gritó y saltó hacia la multitud. Así había llamado él a nuestro estilo de mediación con los enemigos, el llamaba la atención con payasadas y después yo hablaba. Lo ocupabamos mucho en las reuniones de casa.
Pero si eso no funcionaba, pasabamos al "Estilo Soka #2" que era pelear.
En resumen, el "Estilo Soka" solamente era hablar, decir chistes malos y pelear. Así de simple.Me quedé esperando en la roca, la señal para empezar a hablar.
—¡Oh no, creo que la que está ahí es...! ¡AZULA!— grito mi hermano.
Y todo en vez de calmarlo, lo empeoraron. Estampe mi mano contra mí cara, escuchando la risita nerviosa que se acercaba.
Pero bueno, las personas ya no estaban enojadas, ahora estaban asustadas, es un buen inicio, ¿no?Ikari.
¡Maldita Beifong!, llevamos 10 malditos minutos en estos agujeros, nos tuvimos que separar en grupos
para abarcarlos todos, obviamente yo vine con mi hermana.La había notado un poco rara estos días, desde que le asignaron la misión contra Beifong.
—¿Qué te pasa?— pregunte sin detenerme, yo iba adelante y ella detrás mío.
—Nada— contestó secamente y me paré, giré sobre mis talones para quedar enfrente de ella.
—A mí no me vengas con eso, te conozco de toda la vida— escuché un suspiro de su parte.
—Solo es una orden y sé que es mi deber cumplirla, pero algo dentro de mi, me dice que no es lo correcto, ¿sabes?— lo dijo con tal sentimiento que no sabía que contestar.
—Ah, claro— le respondí como pude y me giré para seguir nuestro camino.
Después de otro rato caminando encontré el agujero y una luz proveniente de este.
—Hermana...
— Si— después de tanto tiempo, sabes que dirá la otra.
Nos pusimos en guardia, sabíamos que Beifong ya nos había detectado y no tendría caso hacer algún ataque sorpresa.
Y como si mi hermana leyera mis pensamientos, empezó a hacer otro ollo unos metros antes de llegar a ellos.
Salimos y lo que vimos fue al Avatar y a Beifong, ¿Jugando?, El Avatar abentaba una roca y Beifong se lo devolvía, como si se estuvieran aventando una pelota, pero con rocas.
—Ejem— llame su atención para que dejarán de jugar.
—Oh, por fin llegaron y al parecer no vienen todos, ¿acaso tuvieron problemas con mis agujeritos?— río Beifong haciendo hervir mi sangre.
—¡Cállate!— grité desquitando mi rabia en esa palabra recibiendo una pose en guardia de los dos adelante mío.
—Obligame.
Fue lo último que escuché antes de que Ikatteiru y yo fuéramos a por el par aquél.
Zuko.
Me encontraba atendiendo papeleo no tan importante de la Nación del Fuego, cuando algo captó mi atención en la ventana, era un halcón, y no cualquier halcón. Era el halcón de Sokka.
Se paró en el marco de la ventana, a lo que le ofrecí un poco de agua y alpiste. Ya tenía comida para aves en mi oficina, muchas veces llegaban algunas y me gustaba alimentarlas.
—Hola amiguito, ¿qué traes hoy para mí?— pregunté, cómo si me fuera a responder el halcón.
Saque el papel enrollado del pequeño tubo atado a su espalda y empecé a leer.
Hola chispitas, ¿ardiendo como siempre?
Buen chiste ¿no?, No escribas eso.Obviamente se trataba de Toph y la caligrafía era de Aang. Espero y no sean "cartas broma" de nuevo, aún no he tirado el último costal de estás.
Estábamos peleando con unas personas, y ya se tardaron, son muy lentas. Pero no se trata de eso.
Al parecer necesitaremos de tu ayuda, creo que puedo oler peligro en ellos. Y no es algo que Pie...Aang y yo podamos resolverlo solos.
Wow, ¿Que Toph pida ayuda? Eso es algo que no ve todos los días.
Esperamos tu respuesta, chispitas.
Atte:
Toph y Aang.
Pd de Aang: no le digas a Toph que corregí el "pies ligeros" de arriba, saludos.Solté una pequeña risa por lo último, pero lo entiendo. Alguien con un poco de cordura sabría que si te metes con Toph, acabarás en el núcleo de la Tierra.
Regresando a la carta, creo que tenía algunas tropas trabajando en Ciudad República. Les daré órdenes de ir como refuerzos para el Avatar.
Agarré un pedazo de papel y una pluma, para empezar a escribir una respuesta.
Buenas tardes a los dos.
Tengo algunas tropas en Ciudad República que creo que les pueden ser de ayuda, les daré nuevas órdenes para que les brinden apoyo y suerte atrapando a esos criminales.
Pd1: Toph, deja de llamarme "chispitas".
Pd2: Aang no escribió "pies ligeros" en la carta.
Zuko.
De seguro Aang amanece muerto si le dice lo último.
Enrolle la carta para meterla de nuevo en el tubo que se encontraba en la espalda del halcón.—Muy bien, estás listo— diciendo eso, el halcón emprendió el vuelo de nuevo a Ciudad República.
Ordené pedir otro halcón mensajero y la ubicación actual de las tropas para darles las nuevas órdenes.
Me senté en mi escritorio de nuevo mirando a mi izquierda el costal de cartas que me habían mandado en forma de broma. En serio debo de tirar esto.
ESTÁS LEYENDO
No puedo vivir sin ti.
Fiksi PenggemarToph Beifong la mejor maestra del mundo, vivía en Ciudad República siendo la jefa de policía, pero había algo en ella que le disgustaba pero a la vez le gustaba mucho. Amor. Ella mantenía una relación en secreto con el embajador de la tribu agua de...