Alumnos.

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Sokka.

Después de que supimos que Toph y Aang habían llevado la pelea a otro lado, dejamos ir a la gente y les empezamos a ayudar, pues a muchas casas les había llegado la explosión.

Yo caminé directamente a la comisaría, o al menos lo que quedaba de ella.

Desde lejos alcancé a ver a tres personas en los cimientos y las cosas chamuscadas, una de ellas estaba llorando.

—¡Mis hermosos zapatos!— gritaba dramáticamente Penga mientras Ho Tun intentaba calmarla.

—Que desgracia— replicaba Ho Tun.

—Mi alma se siente devastada— El oscuro hablaba mientras se agachaba y agarraba un pedazo de madera chamuscada.
Me acerqué temeroso, era hora de que alguien les levantará el ánimo.

—Hola equipo Beifong, ¿qué hacen aquí?— los tres voltearon a verme.

—Oh, antiguo novio, consuelame— decía Penga aun llorando, brincando hasta estar colgada de mi cuello.

—Ammm tranquila, todo esto es material; lo bueno es que todos están a salvo— decia mientras dejaba a Penga de nuevo en el suelo.

—¿Qué se le ofrece, señor novio de Sifu Toph?— Ho Tun habló haciendo a mis mejillas arder un poco.

—¿C-Cómo...— no pude terminar, solo me quedé estático esperando alguna respuesta de las tres personas enfrente mío.

—Era muy evidente, más que saber que me llamo "El Oscuro"— contestó el susodicho, no sabía que responder a eso, teniendo en cuenta de que ya me sabía su nombre real. Toph me lo había dicho hace un par de años.

Toph...

Recordé lo de hace unos días y en un instante, mi cara cambio a una de tristeza. Sé que todos lo notaron, pues no hicieron preguntas por largos segundos; a mi parecer eternos.
El silencio se interrumpió cuando Ho Tun carraspeo.

—¿De casualidad, no sabrá dónde está ahora la Sifu?— pregunto el ya antes mencionado regresandome a la realidad. Es cierto. A eso venía.
Ellos podían ayudarnos a encontrarlos.

—De hecho, venía por su ayuda para ver si podrían ayudarnos a encontrar al Avatar y a su Sifu. Nosotros estamos un poco ocupados ayudando a las personas por aquí, ¿Creen que podrán?— los tres ya antes mencionados se levantaron desicivos.... o al menos eso creía.

—Lo siento antiguo novio, pero le hicimos una promesa a la Sifu, espero y no te desepciónes— contestaba Penga haciendo un puchero abrazando mi brazo derecho.

—¿Promesa?, que clase de promesa tiene que ser tan fuerte como para no ir a salvar al Avatar y a su maestra.

Al momento, vi que los tres se pusieron pálidos y agacharon la mirada o la desviaron, ¡hasta Penga soltó mi brazo! Esto ya no estaba bien.

—Entonces, ¿Qué clase de promesa?

—Perdone señor novio de la Sifu, pero esto lo juramos con ella y-y si no le dijo nada, e-entonces nosotros no diremos nada— contestó Ho Tun un poco apenado tratando de parecer serio. Igualmente me siento un poco dolido porque me llamen así.

—Por favor, solo llámenme Sokka— aquí va el plan B —y está bien que no la quieran rescatar, solo espero y sobreviva, pobresilla, aparte de que serían nombrados los más grandes héroes  al rescatar al Avatar y a la mejor maestra tierra del mundo— recalque haciendo una escena, enserio necesitábamos saber dónde estaban y saber si estaban bien.

Se miraron entre sí antes de dirigir de nuevo su mirada a mí.

—Señor Sokka, no sé que es lo que nos hace, pero su profunda aura de valentía nos convence, haciendo que la mía quede opacada— El Oscuro respondió haciendo que todos los demás asientan en forma de afirmación.

No puedo vivir sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora