No puedo vivir sin ti.

Especial. "Amor".

Nota: este especial no afectará a la historia original.

Sokka.

Hoy es un día especial.
Iré con Toph a festejar el 14 de Febrero, aún no decidimos donde, le había dicho muchas sugerencias como:

*Ir a ver las focas en el lado más frío de Ciudad República: eso resultó en un "casi" hombro dislocado por qué se me olvidó que era ciega.

*Ir a ver el atardecer en el parque: en ese, terminé 15 metros bajo tierra por la misma razón.

Mejor no le sigo.

Iba directo a comprar un postre, no le puedo comprar nada más, quería ir y comprarle unas flores, ¡pero no las puede apreciar, ES CIEGA! maldita sea esto es más difícil de lo que pensé.

Mientras recorría las bastas calles de Ciudad República, veía a las personas con sus parejas y sonreía inconscientemente al saber que yo también tenía a alguien con quien compartir esa felicidad.

Hoy presiento que será un buen día.

Aang.

Me escabullí de la casa para poderle ir a comprar un regalo a Katara, caminaba tranquilamente por las calles de Ciudad República cuando me topé con alguien que conocía bien.

—¡Hola Sokka!— grité sacudiendo mi mano de un lado a otro energéticamente.

—¡Aang!— corrió hasta mi —¿Buscando regalo?

—¿También?

—Seeee— dijimos al unísono.

—Oye y ¿quién es la afortunada?— le pregunté dándole suaves golpes con mi codo en su brazo.

—Ammm nadie, como también es el día de la amistad, pensé en regalarle algo a Toph, ya sabes; como amigos— me sonrió nerviosamente, no me convenció del todo la sonrisa, pero, ¿Toph y Sokka? Nah, eso solo pasa en esos pergaminos raros llamados fanfics. ¿Cierto?

—Muy bien, te ayudaré, supongo que buscar un regalo para alguien que no puede ver es algo difícil ¿no?

—La verdad es que sí, por eso pensé en comprarle chocolates o algo por el estilo.

—Cierto, yo pienso comprarle a Katara algún collar o alguna pulsera— me sonrió como respuesta.

—Creo que le gustará lo que sea que le compres, mi hermana está loca por ti— soltó una pequeña carcajada haciendo que me sonroje, eso siempre pasa.

Después de ese pequeño momento divertido, salimos a comprar algo para regalar. Duramos 2 horas (lo bueno es que aún era temprano) y me decidí a comprar una pulsera blanca con un dije azul. Lo raro es que Sokka no había visto nada para regalar solo se concentraba en mi, y para dejarlo escoger, decidí irme.

—Muy bien, es hora de irme, nos vemos después— me despedí llendo hacia mi destino.

Sokka.

Aang se fue y en el tiempo que estuvimos rondando por tiendas de regalo, intenté no ver nada para bajar sospechas entre la relación entre Toph y yo. Pero no negare que en una tienda donde se detuvo Aang encontré un hermoso tejón topo de peluche, era enorme y no costaba tan caro. Tenía textura y lo podía tocar y sentir, así es que; sé que le iba a gustar.

En cuanto Aang se fue, corrí a aquel puesto deseando que aún estuviera allí.

—Aqui estaaaa....— me quedé sin habla al saber que algo muy cliché pasaba. Alguien lo estaba comprando.
¿Y lo peor? ¡Era un mocoso! —Oye niño yo tenía pensado comprar ese oso, ¿me lo podrías dar, por favor?— intenté decírselo con toda la amabilidad del mundo.

—Lo siento anciano, pero yo ya lo compré, y ¡No soy un niño! acabo de cumplir 12, y éste regalo es para mí novia— me empezó a dar un tic en el ojo derecho aguantandome las ganas de romperle la cara.

—Mira niño, no te quiero hacer nada, simplemente te compraré el peluche y listo, tendrás tu dinero de vuelta y le podrás comprar otra cosa más bonita a tu novia— intenté ser lo más comprensivo que pude respondiendo de una forma pacífica.

—Callese viejo, mejor vallase a arreglar su dentadura— el mocoso agarró el peluche y se lo empezó a llevar, estoy seguro de que el peluche era más grande que el niño. Tenía que conseguirlo a toda costa.
¡Todo es por la causa!

Corrí hasta donde estaba el niño, le arrebate el peluche y salí corriendo —¡Ten!— aventé el dinero hacia atrás para referirme a qué se lo estaba comprando.

Nunca conté con que el mocoso fuera un maestro agua.

Toph.

Ya era un poco tarde y se supone que Sokka iba a llegar a mi casa para pasar el rato.
Escuché que alguien tocó la puerta y al pensar que era Sokka me emocioné y corrí a abrirle.

—Tonto, se te hizo taaa.... Señor oficial ¿que se le ofrece?— pensando que era el tonto de mi novio lo iba a regañar, pero resultó ser el oficial sustituto en mis vacaciones.

—Buenas tardes, señorita Beifong, ¿de casualidad no conoce a un tal "Sokka"?

—Ah, claro, ¿algún problema con eso?— ladié la cabeza al momento de que sentía más personas llegando y una de ellas estaba muy histérica. Sokka.

—Lo que pasa, es que queda bajo arresto domiciliario por tratar de estafar y robarle un regalo a un niño, además de causar un disturbio en público...

—¡Toph! Lo siento, lo intenté comprar para ti, pero ese mocoso no le iba a dar un buen uso y bueno.... pasó lo que pasó— no iba a negar que sonaba tierno diciendo eso, pero eso no justifica lo que dijo.

—No se preocupen oficiales, solo denme un minuto— arrastré a Sokka dentro de mi casa cerrando la puerta detrás de mí al momento que le daba un tierno beso que tanto anhele este dia.

—Wow, si pasa esto cada vez que intento causar un alboroto, creo que me puedo acostumbrar— y al momento le dí un fuerte bofetón que de seguro le dejó mi mano marcada.

—No vuelvas a hacer eso y menos por mí.

—Pero yo haría lo que fuera por ti— me respondió de forma romántica.

—¿Lo que sea?— le pregunté divertida.

—Lo que sea— me respondió seguro, en ese momento abrí la puerta y lo empuje hacia los oficiales.

—Todo suyo— dije antes de cerrar la puerta. Cuando estuve segura de que se habían ido y de que los gritos de Sokka cesaran, me deje caer en el suelo sonriendo.

Feliz día tonto.
___
Perdón por no subirlo el día que era, pero estaba trabajando y no tenía internet, aparte de que aún no lo terminaba.

Si esta parte llega a 20 estrellitas, subo la parte del punto de vista kataang 7u7.

Bueno pues, sigo escribiendo la continuación de la historia, nos vemos.