No puedo vivir sin ti.

El paso del tiempo.

Katara.

~7 años después~

—¡Vamonos niños!— decía mientas escuchaba los pasos de Kya y Bumi venir desde el piso superior.

—¡Yo voy a llegar primero!— gritaba Bumi de 7 años, mientras dejaba a su hermana atrás, sus pasos eran más largos y más rápidos.

—¡Eso no es justo!— replicaba Kya de 4 años, mientras se quedaba atrás viendo fijamente un florero, con eso podría ganarle a Bumi —como me enseñó mamá— susurró para sí misma mientras tumbaba el florero esparciendo pétalos, agua y pedazos de jarrón por el piso.

Empezó a hacer movimientos con sus manos mientras veía el agua moverse titubeante. Kya lanzó los brazos hacia al frente haciendo que el agua se congelase debajo de los pies de Bumi haciendo que se resbale y caiga.

—¡Eso no es justo!— gritó el mayor intentando ponerse de pie nuevamente mientras escuchaba como su hermanita corría bajando las escaleras riendo.

—¡Más les vale que cuando vaya a buscarlos no haya nada destrozado!— hablé nuevamente mientras me alejaba de Appa dirijiendome al piso superior de la torre.

—¿Por qué tanto escándalo?— era Aang quien preguntaba, llevaba a Momo sobre el brazo.

—Los niños aún no bajan y se hace tarde— respondía mientras veía que Momo volaba a mi hombro.

—No te preocupes cariño, súbete a Appa, yo voy por ellos— me decía mientras le daba un corto beso y le surraba "Está bien", me subí a Appa mientras veía que Momo se aproximaba volando, aún estando en mi tercer embarazo, es difícil hacer algunas cosas.

Apenas habían pasado unos cuantos minutos, cuando veo que sale Aang con una mirada de desaprobación hacia los niños, quienes venían a su lado y los ayudaba a subirlos a Appa.

—Kya volvió a romper un jarrón— fue lo único que dijo antes de saltar al asiento de conductor y hacer el típico "Appa yip yip" antes de empezar a volar.

Miré sutilmente a Kya negando con la cabeza, no se necesitaban palabras pasa saber que estaba castigada.

Después de alguna minutos de vuelo, llegamos a Ciudad República, específicamente, fuera de la casa de Toph.

Todos bajamos mientras se escuchaba un "¡Ya llegaron!" desde adentro de la casa. La puerta se abrió bruscamente mientras salía la pequeña Izumi al encuentro de Kya y Bumi. Detrás de ella salía Toph.

—Toph, gracias de nuevo por cuidar a los niños— dije mientras me acercaba a ella para abrazarla con cuidado de no aplastar mi barriga, a lo que ella contestó con unas palmaditas en mi espalda.

—Esta bien, ustedes vallan a divertirse, como ya verán, Zuko también trajo a su hija, asi que no van a estar solos— respondió mientras se cruzaba de brazos.

—Te debemos una Toph— esta vez decía Aang

—Si, lo sé, los niños me adoran, ¿verdad?— preguntó hacia los niños quienes conversaban.

—¡Si!— gritaron los 3 con efusividad.

Sabemos que a ellos les encantaba pasar el día con Toph porque ella les dejaba hacer lo que sea mientras no causaran tanto alboroto y estuviera dentro de las normas de la ley.

Suspiré cansada mientras daba un último vistazo a los niños que ya se encontraban dentro de la casa.

—En ese caso nos vamos, dije mientras le daba un último abrazo, Aang también se despidió, nos subimos en Appa y nos fuimos. Espero y cuando regresemos, los niños no hayan destruido la calle como la última vez.