Capítulo 11
Desde que salimos del aeropuerto yo me convertí en una caja andante de emociones explosivas, no había una simple cosa que yo no me quedara viendo con adoración. Es que ¡Todo era más hermoso en Londres! Todo, todo, todo.
Niall llamó a un taxi, pusimos las maletas en la cajuela y nos metimos, él le dio la dirección que supongo era de su apartamento y el taxista arrancó.
— ¿Te importa si te quedas en mi apartamento? —preguntó a medio camino. Me debió haber preguntado antes de que arrancara el taxi ¿No creen?
—Está bien —contesté mirando fijamente sus ojos azules —pero no lleves chicas ¿De acuerdo? Sería incomodo
—yo no llevo chicas a mi apartamento ¿Quien me crees? —preguntó ofendido con una mano en el pecho. Por un momento le creí y ya hasta estaba sonriendo —casi siempre ellas me llevan a sus casas.
—Calla tonto —le pegué en el brazo y reí falsamente. Lo peor era que no lo dudaba.
¿Quién no iba a querer llevárselo a su casa y esconderlo ahí por siempre? Bueno, no tan así, pero algo parecido. Solo esperaba con todas mis fuerzas que no se olvidara de mí, su ordinaria y corriente amiga de USA, para nada elegante o hermosa, solo simpática y torpe. Solamente esperaba que nuestra amistad siguiera igual que las últimas semanas.
Iba totalmente ida viendo por la ventana del taxi, todo era tan hermoso, tan cercano. No podía creer que fuera tan real. Mi estómago estaba lleno de mariposas alborotadas que me hacían cosquillas y me dieron ganas de llorar, por muchas cosas y por muchos sentimientos. Toda mi vida había visto fotos de Londres pero no se comparaban en nada con ver todo en vivo. Era casi imposible de creer lo precioso que era.
El taxi aparcó en frente de un edificio hermoso tipo colonial. De verdad que parecía un palacio o algo así, era asombroso.
¿Aquí vive Niall? Nooooo, no puede ser, un apartamento de estos seguramente cuesta muy, muy, muy caro y no es que Niall parezca pobre, indigente sin techo, pero tampoco parece un multimillonario.
— ¿Aquí vives? —le pregunte confundida sin dejar de ver el edificio completamente maravillada. Él tomó ambas maletas y caminamos a la entrada.
—Sí —contestó riendo suavemente— ¿Por qué?
—es que… —entramos al lobby y me quede con la boca abierta. Literalmente. Todo era tan… Tan maravilloso, las esculturas, las paredes, los cuadros, la decoración, todo se veía muy costoso y yo no estaba acostumbrada a las cosas tan, pero taaaaaaan estúpidamente elegantes. —Esto es solo genial.
—Niall, hola hermano como estas —lo saludó un tipo antes de que me pudiera contestar algo. Niall hizo una mueca extraña y luego sonrío con falsedad.
El chico estaba guapo y todo eso, pero se veía muy engreído y malo.
—Richard, hola —se dieron la mano y un abrazo. —Hice un viaje a USA…
—sí, algo me dijeron de eso —me miró por fin y sonrió con autosuficiencia, así como Niall. La diferencia era que a Niall se le veía bien esa sonrisa y a ese tipo no, para nada. Resultaba casi desagradable. — ¿Quien es esta hermosa chica?
—Ella es ______ —contestó Niall arrastrando las palabras. Como si no me quisiera presentar. —Es una amiga de USA
—Es todo un placer, señorita —tomó mi mano con demasiada intimidad para ser alguien que me acababa de conocer y la besó, de verdad, me dejó su saliva ahí.mSonreí hipócritamente, tenía algo que no terminaba de caerme bien.
