Capítulo 58
—de acuerdo —murmuró. Se deslizó con la computadora en sus piernas hasta quedar recargada en la cabecera de la cama. Me pasé a su lado en silencio. Ella escribió una sola letra y la borro enseguida —no, eso no…
—¿qué era? ¿Qué tienes pensado? —le pregunté. Ella negó con la cabeza.
—nada, estoy completamente en blanco. Podría empezar con un susurro que dijera: “Eres mala conmigo, oh si nena, eres mala conmigo” —me reí bajito— ya sabes, porque es como tu frase...
—Claro… Y después empiezas con voz sexy a cantar: “Tengo un amigo, que se llama Niall y él es tan genial” —canté conteniendo una carcajada. Ella rio y viró los ojos— “lindo, dulce, sensual, gracioso, tierno, sexy, perfecto y amorosooo…”
Ella siguió riendo y lo escribió. De verdad lo escribió.
—sabes que estaba bromeando ¿cierto?
—si, no importa. Me gusto. —me dio una sonrisa tierna, una sonrisa sincera, con los ojos brillantes y todo. Dios, como la amo.— “… Olvide decir un poco enfadosooo” eso rima.
—“y quejumbrosooo…” —continué. Ella estaba escribiendo.
—“él se cree perfecto, y me compro un cerdo…” —la mire raro. — lo sé, eso apestó.
— ¿quieres que te compre un cerdo? —pregunte confundido.
—solo lo dije porque… ¿Me comprarías un cerdo? —se emocionó. Claro, la niña ahora quería un cerdo. Normal como siempre. Una mascota perfecta para ella. Me extraña que no me pida un **** elefante. —Eso sería genial
—sí, claro, aunque la verdad no sé dónde pueda comprar un cerdo
—podemos ir a un zoológico y…
—¡No! no me voy a robar ningún animal —la corté. No tenía ganas de hacer algo ilegal.
—no iba a decir eso, tonto —me miro con los ojos entrecerrados. —en fin… “Niall El amargaaado… Siempre me regaña y me reclama, parece un viejito…” Y luego empieza otra vez lo de “Eres mala conmigo…”
—esta será la mejor canción del año —aseguré riendo. Ella negó otra vez y se tapó la cara con las manos.
—cállate, se que no sirvo para esto…
—no me estoy burlando, princesa —pasé un brazo por sus hombros y la obligue a que se recargara en mi cuerpo. —es difícil escribir canciones
—ni me lo digas, jamás he sido buena con las rimas…
—esta es tú canción —remarque el “tú” —si no quieres rimar, no lo hagas
—pero, Niall… todas las canciones tienen que tener rimas
—no me importa, si no te salen no las trates de hacer y ya, nadie además de mi la va a escuchar
—si, y me da vergüenza porque te vas a burlar de nuevo…
—¿por qué?
—no lo se… Bueno, tienes razón. Es mi canción yo pondre lo que quiera —tomó aire y acurrucada en silencio contra mi siguió escribiendo. “A veces ni yo lo entiendo, y me vuelve loca todo el tiempo, pero de algún modo todo funciona para nosotros así” sonreí. “nos peleamos siempre, pero termina por convencerme de que a final del día solo somos él y yo, sentados platicando acerca de cualquier cosa en el balcón de su habitación, mirando el reloj grandote” me reí por el recuerdo— ¡No te rías!
