Capítulo 26
{Narras Tu}
Me abracé más a su cuerpo cuando jaló mi labio de la manera más sensual del mundo y abrí la boca mientras él acariciaba con sus manos grades mis caderas.
Mierda, esto de verdad está pasando. ____ no vayas a hacer algo realmente estúpido que arruine este momento perfecto. Oh Dios, sus labios son tan suaves y sus manos en mi se sienten tan bien. Y oh Dios, me voy a morir de la felicidad…
Sentir sus labios sobre los míos fue la mejor sensación del mundo, lejos.
Ni siquiera se parecía a ningún otro beso insulso y baboso que me dieron antes, ese era tan perfecto y aun no me creía que estaba besando a Niall. Tanto tiempo estuve fantaseando en las noches, tumbada a su lado, en cómo sería besar sus labios y ahora ahí estaba, abrazada a su cuerpo como nunca creí hacerlo. Y todo era tan fantástico y hermoso que dudaba que estuviera pasando en verdad. No era como lo soñé, era muchísimo mejor.
Sentí un dolor en el pecho, fuerte y punzante. Como si me hubieran dado en él con un maldito martillo, no, era peor que eso. Ni siquiera tenía algo con lo cual compararlo. Más punzadas se fueron recorriendo por todo mi torso.
No sabía qué demonios me estaba pasando, nunca jamás había sentido un dolor tan fuerte. Mi cabeza empezó a dar vueltas, se me salieron las lágrimas en menos de un segundo y solté un quejido fuerte en la boca de Niall.
¡¿Que mierda es esto?! ¿Qué me está pasando? Dios mío, haz que pare, por favor.
Me separé de él y lo miré, el pobre estaba desconcertado, por supuesto.
Lo más inteligente que se me ocurrió hacer fue salir corriendo, para no decirle a Niall del dolor, con lo exagerado que era me llevaría corriendo a un doctor y no quería eso, no quería saber nunca más de hospitales en toda mi vida.
¿Cuándo demonios vas a entender que correr no es para ti?
Me recargué en un pedestal a pocos metros de la salida, porque no tenía fuerzas ni para salir de ahí. Empecé a llorar del dolor, de la ansiedad y de la desesperación.
Solté un gemido fuerte que casi no se escucho por la música.
Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas, veía a mí alrededor como todo se movía. Mi pecho seguía siendo una perra mugrosa y mis pulmones se cerraban casi por completo y no dejaban entrar nada de aire, era como si me estuviera ahogando en una piscina; tenía mi boca abierta y jadeaba con ansiedad, pero solamente entraba la mitad del aire que necesitaba.
Casi no me podía mantener de pie.
—por Dios ¿_____, estas bien? —escuché la voz de Zayn preocupado a mis espaldas. Negué repetidas veces con la cabeza, no podía hablar. Él se acercó y me tomó de la cintura para que no me desplomara en el piso — ¿Dónde diablos esta Niall? ¿Quieres que llame una ambulancia?
—no… Solo… Afuera —pude pedirle en un suspiro, llorando más por el esfuerzo de hablar y no poder hacerlo.
Pocas personas entienden lo difícil y tremendamente desesperante que es hablar cuando te está dando un ataque de asma. Cerré mis ojos mientras Zayn me dirigía con rapidez hacia la salida.
Era un jardín al que realmente le puse la menor atención posible, solo sentí que me sentó en una banca. Cerré los ojos y traté de calmarme para poder respirar mejor. Sentía la mirada pesada de Zayn en mí, pero no decía nada.
Nos quedamos unos minutos ahí, después me empecé a sentir mejor. Y suspiré recordando el mágico beso que había sido interrumpido.
¿Qué hubiera pasado si no me hubiese separado de Niall? ¿Me diría acaso que le gusto? Me reí cínicamente en mis adentros ¿Cómo demonios le podría gustar alguien que ni siquiera vivirá más de un año?
— ¿Ya estás mejor? —preguntó Zayn genuinamente preocupado mientras me acariciaba la espalda en un gesto protector.
Yo asentí y lo vi directamente a los ojos por primera vez.
—de esto ni una sola palabra a Niall ¿De acuerdo? —él frunció el ceño.
— ¿Pero que te pasó? En verdad me preocupaste
—no lo sé… Es que —suspiré— yo tengo una enfermedad, no sé ni cómo se llama ni de qué demonios se trata, pero moriré en unos meses, ni siquiera sé cuándo o como. De verdad espero que no me duela… Si no aguanto un simple dolor en el pecho, no me imagino cómo sería…
—Espera… —tartamudeó— pero… ¿Estás… estás bromeando?
— ¿Niall no te lo dijo? —le pregunté con media sonrisa, él negó— desearía poder bromear con eso, pero no, es la verdad…
—no puede ser, lo siento mucho, yo… No sé qué decir
—No tienes que decir nada, ni tenerme lastima —le aseguré— estas cosas pasan ¿Sabes? Uno nunca piensa que le van a pasar, pero cada quien tiene su destino y el mío es morir, así que ya que.
—Debe ser muy difícil —asintió mirando hacia la nada y se acomodó en la banca con una mirada extraña, como si estuviera pensando mucho en algo —ahora entiendo todo…
— ¿Todo de qué? —pregunté confundida.
—nada… A ti te gusta Niall ¿Cierto? —preguntó de repente. Y me asusté un segundo. Seguramente estaba siendo muy obvia como siempre, y eso no era muy bueno.
Maldita sea, siempre hago lo mismo.
—Si… —bajé la cabeza, apenada— por favor, tampoco le digas esto
— ¿Por qué no quieres decirle?
—no lo sé. Sería muy difícil aceptar que él no siente lo mismo y yo soy demasiado débil, no podría seguir siendo su amiga si Niall me rechazara
—No te rechazaría —dijo confiado.
—no… Quizás no, y eso es lo peor ¿Sabes? —Él me miro confundido— conociéndolo, Niall querría lo mejor para mi, y me mentiría, me diría que también siente algo por mi solo para que no me sintiera mal
—___, no deberías pensar así…
—cuando estas acostumbrada a las cosas malas en tu vida, aprendes a mirar todo como realmente es. Yo sé que no tengo oportunidad con Niall y lo acepto, sé que voy a morir y lo acepto. Si así tiene que ser, así será…