Capitulo 32

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Capítulo 32

Soltó mis manos y yo cerré mis ojos con fuerza.

No podía levantarme de ahí y había varias razones.

1) la verdad, no quería hacerlo

2) Niall era dos veces más pesado que yo

3) mis piernas no respondían

4) una parte muy sensible de mi cuerpo me pedía a gritos que me quedara.

— ¡Ya! ¡Por favor, para! ¡Para! —ordené con la voz más firme, asustada y chillona que me pudo salir en ese momento. Niall levantó su cabeza y me miró fijamente a los ojos, los suyos perdían su azul obscuro poco a poco, estaba completamente confundido. Claro, yo soy la única idiota que no sabe qué hacer en un momento así —lo siento, es que de verdad yo no puedo… En verdad lo siento, Niall. Oh, perdóname.

— ¿Qu-que sientes? ¿Qué pasó? —preguntó preocupado por mi cara.

— ¡Esto! Yo no puedo hacerlo, aun no estoy lista y no tengo idea de que se hace, soy una tonta, en serio perdón… —tapé mi cara con mis manos de la vergüenza.

Ese era el momento perfecto para que se levantara, se saliera de la habitación y me dejara sola con mi miserable, inútil y patética vida.

Pero no se fue, se quedó en la misma posición unos segundos respirando con dificultad, después se levanto un poco, me beso las manos y las apartó de mi cara haciendo que nuestros ojos conectaran.

—no… No, _____, tú no debes de pedirme perdón por nada —murmuró con la mirada más dulce que me había dedicado alguna vez.—Yo lo siento, se supone que iba ser solo un beso… Inocente y me dejé llevar, no quise presionarte ni nada por el estilo, esto llego muy lejos y yo…

—no hubiera pasado si yo no hubiera querido, no me presionaste en ningún momento… Bueno, al final si lo hiciste pero solo un poquito —admití dándole una sonrisa. Niall sonrió incomodo y se alejó de mí, avergonzado.

Se sentó en el borde de la cama con su cabeza entre sus manos, como si estuviera desesperado por algo, eso o enojado. Agarré mi blusa y me la coloqué rápidamente mientras él me daba la espalda.

Lo entiendo. Leí una vez que a veces los hombres no se pueden controlar mucho cuando están excitados y… ¡Demonios! No me agrada pensar en eso, pero si para mí se sintió fantástico, él quizás sintió algo más… ¡No lo sé, maldición! Hay niños de 12 años que ya saben más del tema y todas esas cosas que yo.

Mi celular comenzó a vibrar en el escritorio, donde lo dejé. Él se levantó de un salto y lo agarró.

—Vale —anunció mirando la pantalla. Me paré rápidamente y sentí mis piernas aun temblorosas, le dediqué una mirada tímida y tomé mi celular.

—hola, Vale —contesté con voz baja, Niall salió del cuarto como si estuviera escapando. Demonios.

— ¡Hola! Estoy aburrida ¿Quieres salir? —preguntó con su típico tono entusiasta.

—por supuesto, solo me tengo que arreglar

—de acuerdo. Te recojo en quince minutos ¿Está bien?

—sí, nos vemos —colgué y suspiré pesadamente.

Cuando le contara Vale lo que había pasado pensaría que yo no era más que una idiota, y bueno, sería completamente cierto. Niall estaba ahí afuera seguramente enojado conmigo y solo porque se me hizo muy difícil hacer el amor. Bueno, para mi contaría como hacer el amor aunque para él no. Quizás era por eso, siempre había querido perder mi virginidad con alguien que me amara de verdad. Quería que fuera “mágicamente romántico” y eso. Nunca consideré la posibilidad de poder hacerlo con alguien a quien yo amaba pero él a mí no. No sería igual.

Salí de la habitación y caminé hasta la sala con pasos lentos como si no quisiera llegar nunca. Niall estaba sentado en el sillón, con la televisión prendida, pero apostaba cualquier cosa a que no le estaba poniendo nada de atención.

—em… Niall ¿Puedo salir con Vale un rato? —le pregunté desde el pasillo.

—no soy tu padre _____. No tienes que pedirme permiso para nada.--- Vocifero desde el sillón con voz tensa. Ni siquiera se giró a mirarme.

Sabía que estaba enojado. Y yo odiaba que se enojara conmigo, y más si acabábamos de pasar un rato romántico por primera vez.

— ¡Te dije que lo siento! —grité de repente, haciendo que volteara a verme totalmente alarmado. Me quedé mirándolo con el ceño fruncido hasta que tomó aire como dándose valor y se levantó de ahí. Caminó con la vista fija en el piso, se acercó a mí y quedamos de frente un rato sin decir nada. Él no me veía a los ojos y eso me desesperaba demasiado —te dije que lo siento. No tienes razón para estar enojado conmigo…

—no estoy enojado contigo, bonita —habló por fin con la voz temblorosa y levantó la vista— tú no tienes la culpa de nada. De hecho deberías de ser tú la enojada conmigo. Me comporté como un… Violador

— ¿Violador? —repetí con una sonrisa. Mi James, tan lindo y poco inteligente como siempre, no se da cuenta de nada. —Bueno, yo tampoco estoy enojada, asíque deja de preocuparte tanto, te harás viejito.

Niall sonrío de lado aun sin estar del todo convencido.

—entooooonces ¿No estás enojada porque tu mejor amigo estuvo a punto de violarte? —exageró. Solté una risita y negué — ¿Segura, segura, segura?

—Segura, segura, segura —él levantó su mano para acariciar mi mejilla — ¡Hey! ¿Entonces si puedo salir con Vale? — viró los ojos y asintió.

Entonces salí corriendo a la habitación y me cambié rápidamente, ni siquiera me molesté mucho en seleccionar lo que me iba a poner. Justo cuando estaba terminando de cepillar mi cabello tocaron la puerta y escuché como Niall abría, me puse perfume rápido y tomé mi bolso para salir corriendo.

—Hola —saludó cuando me vio —te ves muy linda.

—hola y gracias —me reí— tú luces linda también. Pero bueno, no es como si yo quisiera tener amigos feos.

—no, claro que no. Te buscas puros modelos —se burló Niall— por eso yo soy tu mejor amigo.

—Me da vergüenza que me vean con gente fea

—Te entiendo, amiga —murmuró VALE con un exagerado gesto gracioso—pero vamos ya. Me muero de hambre.

—está bien. Adiós James —Niall bufó y se acercó para darme un beso que pretendía ser en la mejilla pero termino siendo en la comisura de la boca.

Mi estómago dio un vuelco y mis mejillas ardieron. No era como si no hubiéramos compartido una serie de besos y caricias tan solo unos minutos atrás, pero no podía controlar mi propio cuerpo cuando él se acercaba.

— ¿A dónde van a ir? —preguntó Niall. Vale se encogió de hombros y me miró.

—eh…. Podemos ir a la cafetería que está cerca del Big Ben, quiero comprar la revista —le expliqué a Niall. Él me sonrío y asintió— nos vemos al rato, me esperas para cenar.

—claro, no llegues muy tarde… ¿Traes tu celular? No quiero que te vuelvas a perder por ahí. Cualquier cosa me hablas y yo…

— ¡Niall! —lo regañé. Vale nos veía con una sonrisa burlona— ¿No que no eras mi padre? Te estás comportando como uno.

—No me importa, no quiero que te vuelvas a perder —se cruzó de brazos y una sonrisa lenta fue tirando de sus labios— y te portas bien.

—Claro señor, yo la cuido —masculló Vale entre risas —nos vemos Niall.

—adiós, Vale y —me miró con gesto serio— no estoy bromeando, lleva tu celular

—si lo llevo, adiós Jamesito —besé su mejilla de nuevo y salimos de ahí.

La Lista (Niall y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora