CAPÍTULO 52
— ¡Hola! —me saludó Agustina con un brillo en los ojos cuando me vio llegar. Tragué nerviosamente porque la chica en verdad se veía contenta de verme.
—Hola —susurré incomoda. Me senté en la silla frente a ella y la miré directamente a los ojos.
Unos ojos malditamente muy bonitos, tengo que aceptarlo. Pero pues ya qué, mis ojos no están tan mal tampoco.
—estoy sorprendida… La verdad estaba casi segura de que no ibas a venir —se rió tantito con nervios y jugó con la pajita de su bebida. Yo fruncí el ceño confundida. — No soy tonta. Yo sé que me odias y bueno, no te culpo, además Niall estaba muy seguro con que tú estarías súper dispuesta a hablar conmigo, pero él suele ser muy positivo y yo no estaba muy segura…
—oh… yo… —De pronto parecía como si yo fuera la perra allí. Cosa que no era cierta, la zorra mal nacida era ella. —Yo de verdad no te odio.
—Vamos, acéptalo —levantó su ceja hacia mí. Su perfectamente delgada y rubia ceja. — Todas las chicas me odian
—bueno, es obvio que no eres exactamente mi persona favorita en el mundo, pero no llego a tanto como para odiarte… ¿Tú me odias?
—Yo no te odio —se rió un poco más confiada. Dios, tiene un acento encantador. Mugrosa Agustina. — ¿Por qué habría yo de odiarte?
—pues… No lo sé, tú actuaste como si me odiaras —dije y la miré con los ojos entrecerrados. — Entonces yo actué como si te odiara también.
—Solo estaba celosa —Bajó la mirada concentrándose en cualquier cosa y se encogió de hombros.
— ¿Por qué estabas celosa? —pregunté con una media sonrisa.
Que la señorita perfección se sintiera celosa por mí de alguna manera es asquerosamente excitante.
—bueno… Es cuestión de orgullo. Cuando Niall se fue a USA nosotros hablábamos por teléfono muy seguido y él de repente me hablaba solo de ti, de lo dulce que eras, de lo linda que eras… Yo trataba de cambiar de tema pero siempre te mencionaba para cualquier cosa. Después te viniste a vivir a su apartamento y yo casi exploto cuando lo supe. Y la primera vez que los vi, ya sabes, bailando en la lluvia, se veían tan tiernos que yo solo quise arruinar su felicidad… Además siempre he sabido que Niall prefiere a las morenas y cuando te vi te quise golpear para quitarte algo de linda, por primera vez me sentí poca cosa al lado de ustedes dos —se rió despacio y negó con la cabeza.
Sí, claro, la alta rubia con la nariz operada estaba celosa de la moribunda enana.
—Seguro —murmuré casi riéndome y poniendo los ojos en blanco. Ella me vio con el ceño fruncido— ¿Tú sintiendo menos bonita que yo?
—Yo soy guapa, obviamente —sonrió con desdén— pero tú eres bonita de una manera totalmente diferente. Como, ojos grandes y bonitos, estatura normal para una chica, cabello largo y brillante, curvas… No lo sé. Yo solo me moría de celos al notar como Niall te veía, y al pensar lo que hacían en su apartamento…
— ¿En serio? Pues, yo creo que tú eres mucho más bonita que yo —admití y me reí como si ella fuera mi amiga. Ugh. — Y pues… La verdad es que él no me ve de la manera que tú supones y nosotros no hemos hecho nada, nunca. Bueno, solo nos hemos besado un par de veces, pero eso es todo.
— ¿Nunca? No te creo —entrecerró sus ojos, pero eran tan pequeños que pareció que solo los cerraba. — No, no te creo.
— ¿Por qué no me crees? —sonreí y me relajé en la silla. De repente me sentía segura conmigo misma otra vez.
