Capitulo 42

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Capítulo 42

{Narra Niall}

A media noche _____ ya se estaba quedando dormida en mis piernas.

— ¿No que querías quedarte hasta el amanecer? —me burlé. Ella soltó un quejido.

—tú tienes la culpa. Me pongo tonta cuando me acarician el cabello —me reí y seguí pasando mis dedos por su cabello. Tan largo y sedoso que podría estar haciendo aquello por siempre, los dedos se me resbalaban como si los estuviera hundiendo en la arena, y cuando había nuditos los deshacía tratando de no lastimarla.

— ¿Quieres que pare? —le pregunté a sabiendas de la respuesta.

—No —suspiró— de todos modos… Habla de algo, llevamos como una hora en silencio.

—no tengo nada de qué hablar —admití.

Ella se movió en mis piernas y quedó boca arriba, donde podía ver su cara a la luz de la luna…

Wow, de nuevo estoy hablando como poeta. A veces me sorprendo a mí mismo.

De todas maneras tenía que decirle a la linda muchacha que tenía entre las piernas que no tenía que moverse tanto por ahí abajo si no quería que “algo” la molestara.

—No dejes de hacerme piojito —exigió con voz bajita, podía apostar que estaba a segundos de caer dormida.

¿Piojito? ¿Qué mierda es piojito?

— ¿Qué es eso? Deja de inventar palabras

—piojito es eso que estabas haciendo, ignorante, acariciarme el cabello.

—oh, bueno, es que ahora que te quedaste boca arriba no puedo hacerlo

—Claro que si — se levantó solo un poco para sacarse el cabello que se había perdido entre mis piernas y tuve que ignorar que sus dedos me rozaron. No, en serio tenía que ignorar eso. Se dejó caer de nuevo con fuerza como si estuviera en una jodida almohada y dejé salir el aire— ay, lo siento, había olvidado que estaba acostada en partes sensibles.

—conque no te dejes caer así de nuevo estoy perfecto. —respondí, sofocado.

Cuando el aire volvió a mis pulmones, comencé a hacerle piojito de nuevo. Ahora su cabello estaba por encima de sus hombros. En menos de dos minutos ella ya estaba plenamente dormida, pero yo seguí acariciando su cabello y contemplándola cómo todo un loco. No podía despegar mis ojos de su cuerpo. Por fin había vuelto a ponerse mis bóxers para dormir después de que casi la obligué a que lo hiciera, por lo tanto sus piernas estaban desnudas de los muslos para abajo, y la luna brillaba justo encima de ella, entonces su piel parecía más suave que de costumbre. La blusa del bigote le quedaba apretada, y yo conseguía notar perfectamente su cintura. Y su cara lucia tan preciosa, calmada, en paz.

Tomé mi celular con la mano libre y conseguí tomarle una foto. Tengo mucho tiempo sin besarla… Ah, sí, desde aquel día que casi la violo. Pero necesito hacerlo, si, si lo necesito. Su boca está entreabierta, como si estuviera esperando a la mía y… Ella ni siquiera lo notará ¿Verdad 

Casi me rompo la espalda con la acrobacia pero logré inclinarme hasta llegar a sus labios. Acaricié el inferior entre los míos con suavidad, deleitándome y pasando la lengua entre ellos… Y aunque yo era el único besando, no estaba nada mal. Suspiré y acaricié su mejilla, para luego volver a besarla. Yo simplemente no podía mantener mis labios lejos de los suyos. Nunca se me había ocurrido besarla mientras dormía.

Eso sonaba muy como la Bella y la Bestia ¿O como se llamaba esa película? Esa, la de… Pues que es algo de Bella y que un tipo la besa mientras duerme… La verdad no me acuerdo como se llama o de que se trata, la vi una vez con Sofia y no le puse nada de atención. Pero era algo así. Aunque yo la besaba porque no tenía las bolas de hacerlo cuando estaba despierta y aquel tipo lo hacía porque estaba muerta, creo.

No me moví ni un poquito en toda la noche para que ella no fuera a despertarse, y me gustaría decir que dejé de hacer tonterías y no la volví a besar… Pero la verdad, la besé varias veces. Muchas. Nunca había dormido de manera tan jodidamente incómoda.

— ¡Niall! —gritó alguien muy cerca de mí. Me desperté de golpe para encontrarme con la cara de ____ muy cerca —Dios, que difícil es despertarte.

— ¿Qué pasa? —pregunté, tratando de despejar mi mente un poco, y noté que estábamos todos mojados. —Oh, mira está lloviendo

— ¿En serio? ¡No me digas! ¿Esto es lluvia? No me había dado cuenta —viró sus ojos y se levantó— ¿Sigues dormido o qué?

—no, solo estaba remarcando lo obvio

Bostecé como hipopótamo y me levanté del piso. La espalda me dolía como nunca. Parpadeé rápido y me metí a la habitación.

—te quedaste toda la noche despierta ¿Cierto? ¿Cómo estuvo el amanecer?

—claro, fue lo más hermoso que vi en mi vida.

—amanecimos un poco sarcásticos ¿No crees?

Ella suspiró y quitó el cabello mojado de su cara.

—es lo que pasa cuando te despiertas con la lluvia

—por lo menos tú tenias almohada…

—una almohada que mágicamente cobró vida en medio de la madrugada y me torturo la cabeza —se burló, y eso debió ser vergonzoso pero no, me dio risa. Así que me reí como tonto haciendo que ella riera también— no bromeo. Fue como si tuviera mi cabeza acostada en un fierro…

—Ya ____, contrólate —grazné como pude, no podía parar de reír y en parte era por su jodida risa. Realmente estábamos riendo como dos locos, y no podíamos parar. Ella se limpió las lágrimas de risa y bostezo

—bueno… Me iré a bañar, no me extrañes mucho.

Paré de reír y me tiré en la cama en cuanto se metió al baño sin importarme que mi ropa estuviera toda mojada y mi espalda casi gimió del placer al toparse con la suavidad de mi colchón.

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— ¡No arranca! —me quejé tratando de nuevo.

—Pues pisa más fuerte la cosa —opinó _____.

—No va a servir de nada, esta mierda no sirve —golpeé el volante— maldición ¿A dónde es que querías ir?

—no sé, a donde fuera. Solo quería salir a respirar aire fresco. —Se encogió de hombros. — No te amargues, vamos a caminar un rato.

—No me gusta caminar —gemí, lo intenté una vez mas y de nuevo no arrancó el hijo de puta. — Pero ya que, vamos.

— ¿Está bien si vamos a cenar a la cafetería donde vendían la revista? Me obsesione con el pastel de ahí… Y por cierto nunca te enseñé esa foto

—ah, está bien, vamos… ¿Salimos bonitos? —pregunté dándome por vencido y empezando a caminar a su lado.

—Muuuuuuuy bonitos, en cuanto lleguemos a casa te la enseño, yo salgo de lado pero tú sales extremadamente guapo.

La Lista (Niall y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora