Capítulo 3: Escena final y el mejor libro.

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-¡ACCIÓN! –grita Henry, y todos se ponen en movimiento. Bueno, todos, menos yo, ya que mi personaje murió ayer.

Ahora me encuentro sentado junto con algunas personas que trabajan aquí, observando cómo se filma la última escena. A mi lado se encuentra Allison Ingalls, que es mi compañera de trabajo, al igual que Peter. Ella tampoco está actuando en este momento, ya que su personaje, al igual que el mío, ha tenido que salir de escena.

-Thom –me llama, susurrando.

-¿Qué pasa, Alli? –le digo, igual susurrando.

-Hoy se acaba…

No hacía falta que dijera más, ya que con esas simples tres palabras entendía perfectamente a lo que se refería. La sensación que crece dentro de mí en estos momentos es, probablemente, la misma que crece dentro de ella.

Ayer, cuando John murió, no me puse tan mal, porque sabía que aún no era el final. Pero hoy es diferente. Hoy no sólo saldrán de escena unos cuantos personajes. Hoy todos se irán, dando final a una gran historia que nos unió y nos hizo trabajar juntos, durante tres años.

-Sí –respondo, un poco pensativo, ya que la idea de terminar con esto es algo difícil de asimilar-. Extrañaré verdaderamente este lugar ¿sabes?

-Yo igual –contesta ella-. Jamás había actuado en películas basadas en libros, así que esta experiencia se ha convertido en algo memorable.

-Lo sé –digo, intentando mantener la conversación para evitar ver la escena que se está llevando a cabo-. Es algo muy complejo, ya que los lectores esperan mucho de los artistas que representarán a los personajes del libro. Y cuando tienes que actuar como uno de los personajes favoritos… es muy difícil lograr su aceptación.

Ella asiente y me dirige una linda sonrisa. Después, agrega:

-Me gusta mucho la manera en la que hablas sobre tu trabajo. No te gusta decepcionar a nadie y te esfuerzas por ser mejor, siempre.

Le dirijo una sonrisa y vuelvo mi vista al suelo, ya que intentar seguir manteniendo la conversación podría no ser tan bueno, después de todo.

Estando aquí, con ella, conversando, solos, me hace sentir algo incómodo por diversas razones que, si tuvieran que ser enlistadas, quedarían de esta manera:

1) Porque la escena que estamos presenciando es la más “cursi” de toda la trilogía: El protagonista y la chica que siempre lo quiso, están hablando y a tan solo unos minutos de besarse. (Aclaro que esta trilogía no fue nada cursi, pero siempre debe haber alguna parte con un poco de romanticismo, así que… bueno, ¿qué se le puede hacer?)

2) Porque, a pesar de que la pareja tiene mucha química y de que ambos son grandes actores, nadie puede disfrutar ni un poquito de su excelente interpretación, ya que la tensión se ha acumulado en gran manera dentro del set. Todos esperan a que digan las últimas líneas del guión y se den ese beso tan apasionado que el público ha esperado ver. Y, en cuanto ocurra esto, todo habrá terminado en su totalidad. Adiós ensayos, adiós producción, adiós escenarios, adiós compañeros de trabajo, adiós amigos del cast, adiós a todo. Simplemente, será el final, y dudo mucho que alguien contenga sus ganas de llorar. De hecho, yo no seré la excepción.

3) Porque Allison Ingalls y yo fuimos novios, o algo así. Ambos empezamos a salir durante el rodaje de la segunda película y la relación que mantuvimos fue bastante bonita, pero, con el paso del tiempo, se hizo algo monótona y tediosa. Apenas hace un par de meses que terminamos y, bueno, yo me encuentro bastante bien. Por lo que he visto, ella también, pero sé que le dolió que termináramos. Muchas veces, la oía por accidente platicando con otras chicas del cast y, por lo que escuchaba, ella aún me quería. Así que, desde entonces, he intentado mantenerme a distancia. Pero hoy no puedo hacer eso, ya que somos los únicos que interpretamos personajes principales que han salido de escena. Por lo tanto, debemos mantenernos aquí, juntos.

Thom & Harriet || (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora