Thom & Harriet || (En edición)

Capítulo 32: Traidora por error.

¡Hola a ti! Sí, a ti, que después de tantas promesas rotas por mi parte que juraban "capítulos semanales" y "capítulos diarios", sigues aquí. Tengo que hacerte unas preguntas... ¿Por qué sigues aquí? ¿Acaso no me odias? :'(

Jaja soy una dramática :v

Ya ni disculparme es bueno, ¿verdad?... D':

Sé que la semana anterior prometí un capítulo diario, pero me quedé trabada en éste. Quería que una conversación quedara perfecta y me puse de payasa a revisar detalle por detalle. Además, si hubiera hecho eso, ustedes ya sabrían muchas cosas y el haberles arrojado información de esa manera hubiera creado un revoltijo en mi cabeza... xD

Bueno, al menos el capítulo quedó bastante largo, así que compensará una parte de lo que no vieron la semana pasada.

Por cierto, estoy al tanto con los comentarios. No crean que si no respondo es porque no los veo. :3 De hecho, no los respondo muchas veces porque varios dicen lo mismo y me gusta responderles aquí, donde sé que todos podrán ver lo que les digo. :D

En serio, muchas gracias por poner sus opiniones. Para mí, es muy importante y me encanta saber que a veces los hago reír, enojar, llorar, dudar o simplemente querer ahorcar a Harriet. /u\ Nunca cambien, queridos lectores. <3

Okay, ya dejaré de estar de parlanchina y los dejaré leer. Jaja n_n

Recuerden votar y comentar si es que el capítulo les gusta. Y, si en verdad les gusta la historia, compártanla con sus amigos. Se los agradecería de aquí al cielo y no tendría nunca cómo pagarles. :')

Los amo con todo mi corazón, queridos. <3

-Marianaॐ

P.D. Foto en multimedia de Max y Harriet. :3

P.D.2. ¡Este capítulo se lo dedico a mi querido amigo, Gustavo! Te quiero mucho, querido. :)

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Roger’s P.O.V. 

Lara debe estar aquí. Es imposible que haya ido a otro lugar.

Corro hacia la puerta de la casa de mi hermana, sacando las llaves y abriendo con rapidez. Enseguida grito su nombre, pero no me contesta.

Me quito los zapatos, los arrojo al cuadro de madera y subo las escaleras hacia el segundo piso. En algún momento, comienzo a escuchar sus sollozos desde alguna de las habitaciones, así que empiezo a abrir todas las puertas, una por una, buscándola, y cuando abro la tercera puerta, la encuentro sentada en un gran sillón ejecutivo negro, con la cabeza y los brazos recargados en un gran escritorio.

Al parecer, este es el estudio de mi hermana. Hago una rápida inspección del lugar y noto el olor a oficina que todo tiene impregnado. También veo que Lara tiene muchos papeles ordenados, diplomas colgados, una foto de nuestra familia de hace casi diez años y unos curiosos recortes puestos de cabeza, colocados a lado de donde ella tiene recargada su cabeza.

-Lara… -digo, acercándome y tomando uno de los recortes, pero justo cuando estoy a punto de voltearlo para ver lo que contiene del otro lado, ella se endereza y me detiene.

-No veas eso –dice, arrebatándome el papel y guardándolo junto con los demás en un cajón.

-¿Qué era eso? –pregunto, alzando una ceja.