Capítulo 24: No es cierto.

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¡Ahora sí, este sí es el capítulo!

Esta vez, quiero pedirles que me digan su opinión al final... En verdad, me gustaría saber qué les pareció.

Bueno, los dejo para que lean :3 Nuevamente, ¡gracias por sus votos y por sus comentarios! Son lo que más me alegra todos los días n__n

-Marianaॐ

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Thom’s P.O.V.

Él no puede morir.

No puede.

Es Roger.

Simplemente, no puede ocurrirle nada a él.

Mis pensamientos son muy similares a éstos en todo el trayecto que hay desde el salón, hasta el hospital. La ambulancia llegó casi diez minutos después de que ocurriera el accidente, aunque para mí fueron como horas, días, meses, años, décadas…

Harriet se quedó conmigo en todo momento. No hablamos. Ella simplemente guardó silencio, porque entendió que yo no quería hablar. Lo único que quería era estar cerca de Roger y no dejarlo solo, en ningún momento.

Ahora, me encuentro sentado en la sala de espera del hospital al que hemos tenido que venir, con Harriet sentada a mi derecha. Empiezo a sentir ardor en la cara y cuando paso mi mano sobre ella, noto que, sin haberme dado cuenta, las lágrimas corrían por mis mejillas y terminaban mojando mi camisa blanca.

En los últimos quince minutos me he parado de mi asiento para preguntar por mi hermano unas cien veces, pero he recibido la misma respuesta: “Lo están atendiendo en urgencias. Por favor, sea paciente”.

¿Paciencia? ¿Acaso ellos tendrían paciencia en una situación similar? Apuesto que no.

Giro mi rostro, para ver cómo está Harriet y me sorprendo mucho al notar lo pálida que se ha puesto. Mueve sus manos compulsivamente sobre su regazo y tiene la mirada perdida en algún lugar. Al parecer, siente mi mirada, porque también gira su rostro y clava en mí sus ojos, con una expresión de verdadera tristeza.

-Es mi culpa –le digo, con la voz quebrada.

-No, no lo es –dice ella.

-¡Claro que sí! –exclamo-. Si no hubiera sido tan cobarde para decirle a Allison que no podía ser su pareja, esto no habría pasado.

-Si a esas vamos, la culpa es mía también –dice Harriet, con firmeza-. De hecho, yo tengo más culpa que tú. Yo no acepté ser tu pareja desde un principio y, por esa razón, tuviste que iniciar esta mentira.

-Tú no tuviste la culpa –digo, frunciendo el ceño-. Pensar eso es totalmente ridículo.

-No más ridículo que pensar que tú, su propio hermano, fuiste el culpable de esto.

-Alguien tiene la culpa… -digo, después de un buen rato, casi en un susurro-. Alguien debe tener la culpa.

-¿En serio? –dice, con voz seria, pero incrédula-. ¿Quién, Thom? ¿El hombre que conducía el auto rojo, por no haber pensado que un par de chicos iban a estar peleándose en medio de la calle? ¿Allison, por haber llorado frente a Peter? ¿Peter, por haber tomado todo con demasiada histeria? Tenemos una lista larga. Tú dime, ¿a quién escogemos?

Me quedo callado y bajo la mirada, intentando buscar culpables, inocentes, o algo a lo cual poder aferrarme, pero no hay nada. Nadie es culpable de nada, aunque yo sienta totalmente lo contrario.

Thom & Harriet || (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora